miércoles, 17 de diciembre de 2008

Arrojo o apuro

Audacia o ingenuidad, valentía o torpeza, fortaleza o debilidad. Unos u otros, calificativos acordes a la determinación tomada por los jerarcas blancos: Cambiar a Schuster por Ramos.

Por más contradictorios que resulten los epítetos arrojados por ambos bandos, cualquiera podría tener la razón, el punto es que todo depende del cristal con que se mire, o mejor, en este caso particular, del resultado que arroje el Derby español.

Para los ingleses resulta hilarante que tamaño club se haga con un técnico que acaba de marcar el peor arranque liguero en la historia de los ‘spurs’. Los catalanes aseguran que contratar a un adiestrador venido a menos es muestra clara del poco tino de los de la Castellana. Los madrileños afirman sin ruborizarse que Juande puede enderezar el rumbo en la Casa Blanca.

Pero la idea no es dilucidar si el manchego es idóneo para el Madrid, es entender si esta medida se ha tomado en el momento justo. Existen tres posibilidades para interpretar este súbito movimiento, helas aquí:

Primera opción: El cambio puede ser una idea estupenda siempre y cuando el resultado del clásico sea favorable. Sería una inyección anímica para un cuadro fatigado por las críticas. El punto de inflexión para un resto de liga promisorio.

Segunda opción: La decisión lógica, no por ser buena sino por no haber más. Tras declarar que no se podía ganar al Barça, el alemán sentaba un pésimo precedente para un equipo carente de confianza. Además, por ser un nuevo proceso, una derrota decorosa sería consentida sin rezongar.

Tercera opción: El Madrid se dejó llevar por el nerviosismo de su presidente, quien viéndose atacado por su junta, Michel y hasta la sombra de Florentino, quería hacer algo más que prometer fichajes nunca concretados. No pensaron que una goleada entorpecería el proyecto.

Quizás los merengues no se pueden dar el lujo de tener cautela. Por tal, lo hecho, hecho está y la cúpula blanca cargará con sus culpas o victorias. Eso sí, si bien los culés no sellaron el descabello de Bernd, si serán quienes marquen el camino del Madrid en lo que resta de temporada.

sábado, 6 de diciembre de 2008

El jardín infantil de Wenger

Quizás en el fútbol actual no resulte innovador hacer debutar a un chico menor de veinte años. Tal vez ni siquiera pueda considerarse como novedad el hecho de que un joven sin experiencia sea inicialista en una liga de primer nivel o que un adolescente se haga con la titularidad de un cuadro europeo.

Pero en un mundo del balompié regido por los resultados y la mercadotecnia, en donde la experiencia prima y las figuras mediáticas son las que venden camisetas y llenan estadios, es impresionante, valiente y hasta loable para un club todopoderoso como el Arsenal, que futbolistas con edades entre 18 y 25 años acaparen prácticamente la totalidad de la plantilla.

Aunque sean muchas las hazañas alcanzadas por Wenger como cabeza visible de proyectos a largo plazo, posiblemente sus más significativos logros a nivel personal los haya obtenido en las últimas semanas: Conformar una sólida segunda escuadra con promedio de 19 años, derrotar a domicilio al último subcampeón de Europa con nueve jugadores de 25 años o menos y finalmente, tener como capitán a un joven Fàbregas.

Todo este periplo de sustanciosos frutos arrancó el 11 de noviembre cuando un onceno londinense plagado de noveles doblegó por 3-0 al Wigan para acceder a cuartos de final de la Carling Cup. En este cotejo el francés se dio varios lujos: Incluir a Wilshere y Ramsey de 16 y 17 años respectivamente, dar más minutos a figuras en ascenso como Vela y Mérida, y por supuesto deleitarse con un Simpson excepcional y goleador. Para completar la gloria juvenil, el pase a la siguiente ronda de Champions lo selló el veinteañero danés Bendtner.

Por si fuera poco, en el debut liguero de Cesc como capitán, los “Baby Boys” consiguieron remontar un marcador adverso en Stamford Bridge derrotando a un Chelsea que se presumía imbatible.

Si bien Wenger en los últimos años no ha alcanzado títulos, nadie duda de su labor como educador. Es el profesor ideal para una clase de sobresalientes en la que lo secundan dos ayudantes de lujo, Almunia y Gallas, y un alumno de honor, el catalán Fàbregas.

lunes, 1 de diciembre de 2008

La verdadera grandeza

Desde luego no se pueden poner en tela de juicio las capacidades físicas y técnicas de un superdotado como Cristiano Ronaldo. Todos han comprobado hasta la saciedad la riqueza futbolística que emana con cada toque, con cada jugada, con cada gol.

Si alguien quisiese darse a la tarea de encontrar en el de Funchal una debilidad para derrumbar aquel castillo de elogios que se erigen sobre él, sería inútil atacar su juego. Hasta el más acérrimo contradictor del Batipibe, ese que pregona que nunca será un grande, sabe que no puede atacar su desempeño individual.

Pero, ¿es un jugador de fútbol verdaderamente grande por el mero hecho de ser habilidoso con la pelota en sus pies? La respuesta es no. Aquéllos que marcaron una época dorada y hoy están en el pedestal perpetuo del deporte, poseyeron una serie de imponderables que indudablemente los llevaron al triunfo y al reconocimiento orbital.

Es ahí donde sí se le puede criticar a Ronaldo. No da muestras de poseer ese algo que se requiere para ser respetado por todos. Si bien su presencia cotiza al alza, su rendimiento en instancias cumbres ha dejado mucho que desear. Como referente en la selección lusa no destacó y aunque nadie duda de su brillo en el Manchester, se sabe que no es el puntal en los momentos críticos. Aún no se percibe en él esa aura de Maradona en el Napoli o de Di Stéfano en el Madrid.

Por si fuera poco, su arrogancia le juega en contra. Está bien ser seguro de sí mismo, pero otra cosa es creerse el primero, segundo y tercer mejor jugador del mundo cuando se tiene al lado estrellas de la talla de Messi, Xavi o Kaká.

Aún es joven, puede cambiar y darse cuenta que no es nadie sin el equipo. Lo que debe hacer es potenciar el grupo con sus habilidades individuales y no hacer que sus compañeros trabajen para él.

Además, el portugués debe entender que no es con discursos ni con señas irreverentes hacia el público que se logra la verdadera grandeza, es con hechos y buenos modales.

viernes, 21 de noviembre de 2008

La cruz del arquero

Nadie duda de las prebendas que trae consigo el ser futbolista profesional, sería mentir querer afirmar lo contrario. La realidad es evidente, ellos ocupan un sitial de privilegio, no solamente por su remuneración sino por el cariño profesado por sus seguidores.

Pero, son seres humanos y en muchos casos no se les respeta como tal. Se cree que al ser figuras públicas deben aguantar todo tipo de comentarios, improperios o suspicacias con relación a su trabajo. Sí, se les elogia, pero también se les condena. Sí, algunas críticas son merecidas pero otras son crudas y en ocasiones infundadas. Sí, se les componen las más elogiosas arengas, pero también se llega a la infamia de las amenazas.

Así resulta la vida del futbolista y más aún, la del guardameta. Lo han dicho los expertos, es el puesto más ingrato. Puede salvar las más difíciles pelotas durante un encuentro, pero si incurre en un error y eso cuesta el partido, la crítica será inclemente. Un jugador de campo puede pasarse el cotejo deambulando por el terreno que si aprovecha su ocasión y le da la victoria a su equipo, será elogiado a más no poder. El portero no. Ni una volada majestuosa, una salida temeraria, un penal detenido o un gol en el último minuto lavan su imagen si tras un nimio yerro se envolatan los consabidos puntos.

Por eso para ser cancerbero se debe tener estómago para tragarse las críticas, espalda para sostener el peso del deber y un ánimo inquebrantable para levantarse ante la adversidad. Pablo Migliore los tiene.

Ni un accidente automovilístico ni la pérdida de la titularidad le quitaron las ganas de triunfar en Boca. Si bien salió por la puerta trasera de Casa Amarilla, quedó demostrado que tenía calidad y testosterona de sobra.

En Racing tuvo que remar contra la corriente y tras algunos vaivenes volvió al arco. Empezó con dudas pero con ganas, se consagró tapando un penal ante San Martín pero hace poco fue crucificado por el blooper que generó el segundo gol de Colón. Hay quienes dudan si este golpe lo desmoralizará, él no, está confiado que es una caída que lo ayudará a crecer.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Póker de goles

Si bien la Premier League ha elevado su estatus a raíz de los buenos resultados de sus participantes a nivel europeo, hoy por hoy la liga de las estrellas no desea quedar rezagada y se ha subido al carruaje de la victoria del que aún tiran dos de sus más incisivos goleadores.

Por un lado el corcel blanco, joven y veloz, pero aún solitario y acongojado por el poco alimento que le brindan en los establos de la Castellana, mientras que en el otro, el ejemplar azulgrana que ruge como león, avanza como torbellino y es secundado por una flota de equinos de su misma estirpe robustecidos por los cariños propios de la Masía.

Higuaín y Eto’o, dos artilleros de raza que se destaparon con cuatro tantos en la novena jornada del fútbol español. Como si de un par de tahúres se tratase, el madridista y el blaugrana entraron a sus casinos de confianza y con un ramillete de cartas de ensueño vaciaron la casa.

El argentino y el camerunés rememoraron historia ya que la última vez que en tierras ibéricas dos jugadores lograron marcar por cuatro fue en el 92. Stoichkov por los culés e Hierro por los blancos aportaron para sendas goleadas.

El joven ‘Pipita’ ha encantado a la afición madridista con su entrega, sacrificio, y goles. Ante el Málaga el ex River se vistió de bombero y con sus anotaciones sentenció un apretado 4-3. Paños de agua fría para un equipo en crisis que quedó apeado de la Copa del Rey por un equipo de Segunda B.

Sammy es un tren de ambiciones que no tiene freno, eso quedó demostrado en el 6-0 al Valladolid. Cuatro tantos en un solo tiempo, más allá de estar secundado por un genio como Messi, es todo un logro. Nunca un blaugrana había realizado tamaña gesta en el Camp Nou. En el 52, Kubala pudo marcar cinco de sus siete tantos en la etapa final para redondear un 9-0 sobre el Sporting, pero en el antiguo Les Corts.

El de Nkon es Pichichi de liga y cuarto goleador histórico en el Barcelona. Si bien Eto’o garantiza una mano ganadora con cuatro ases, Messi es el comodín que completa el repóker.

viernes, 7 de noviembre de 2008

La dama y su caballero

Clásico de titanes en el Bernabéu. Momento preciso para ratificar un juramento de lealtad entre un verdadero caballero y encomiable artista del fútbol como Alessandro Del Piero y una sólida e histórica institución como la Vecchia Signora.

Una majestuosa noche de Champions en la que ‘Pinturicchio’ se apropió del protagonismo ante un testigo de lujo, un impotente Real Madrid, que pese a contar con opciones de gol, jamás pudo concretarlas y se ahogó ante la estrategia planteada por Ranieri.

‘Il Capitano’ supo manejar tanto el ánimo como el ritmo de su escuadra y aprovechó los momentos justos para mostrar pinceladas de un talento que con casi 34 años aún no se ha desvanecido.

Aunque la Juve cuente con talentos como Amauri o Nedved, el diez juventino sobresale, es aquel elemento diferente y determinante que da el toque de clase a un cuadro que se caracteriza por el orden y la disciplina táctica.

Alex supo ratificar su condición de estrella, pues además de abrir espacios y rotar balones, con tan sólo tres remates hizo temblar el santuario merengue. Sus primeros dos disparos hicieron diana en las mallas de Casillas, mientras el tercero apenas salió desviado por centímetros.

0-2 y una nueva victoria tras 46 años desde aquel triunfo a domicilio tras gol del ‘cabezón’ Sívori.

Con esta actuación, más la acaecida días atrás en el Olímpico de Turín, el romance que el oriundo de Conegliano mantiene desde hace 15 años con los juventinos se ha fortalecido.

Así Del Piero agranda su ya de por sí gigante figura, que había tenido como clímax el 2006 cuando se comprometió a batirse como un guerrero en la Serie B, tras el catastrófico descenso a raíz del turbulento moggigate.

Aunque este año manifestase que al término de su contrato en el 2010 se marcharía de la escuadra turinesa, en los corazones bianconeri todavía perdura aquella sabia frase: un caballero nunca abandona a una dama y menos a ‘La Novia de Italia’.

jueves, 30 de octubre de 2008

Maradona: Por qué sí y por qué no

Un astro del fútbol mundial ha sido encargado con la honrosa pero ardua tarea de ser el técnico de Argentina. Hasta ahí nada raro. Es más, algo muy común en la actualidad dados los relativamente exitosos casos de ex jugadores que se han hecho con las riendas de sus selecciones.

Pero la cosa cambia cuando el nombre al que se hace referencia es el de Diego Armando Maradona, pues él, más que una estrella, es un mito viviente del fútbol al que en Argentina muchos avezados llegan a catalogar como un Dios. Y es ahí donde empieza el debate de la conveniencia de su nombramiento. Mientras varios se preguntan si quizás su llegada haría que la importancia del seleccionado se viera devaluada ante tamaña figura, otros aseguran que su carisma enaltecería el valor de la casaca argentina.

Nadie niega que el Pelusa fuese un iluminado dentro del campo de juego pero su experiencia en los banquillos es prácticamente nula. Como lo indica Valdano, Diego no tiene la trayectoria necesaria para hacerse con esa mayúscula responsabilidad. Y si se quiere ir más allá, sus problemas personales no juegan a su favor cuando el peso de un país futbolero cae sobre sus hombros. Más aún, según dicen, los genios pocas veces resultan buenos entrenadores ya que les cuesta entender porque sus pupilos no llevan a cabo las labores que ellos hacían con suma facilidad.

A su favor hay que destacar la mística que impone su mera presencia. Para muchos futbolistas el tener a un ícono en el banquillo los compromete e induce a dar mucha más. Además él es una bandera en cuanto al amor por la camiseta y sabrá inculcarle eso a su plantilla. En cuanto a la falta de experiencia, la compañía de Bilardo puede sopesar esta carencia.

Dentro de un año y tanto sabremos si esta arriesgada movida de Grondona fue un triunfo que sirvió para engrandecer aún más a Maradona y a su querida celeste, o simplemente un nuevo fracaso de la AFA que al querer resguardarse bajo la imagen de un ídolo de cortos apresuradamente vestido de gala, tan sólo sirvió para añadir un revés a la ya de por sí difícil vida del Diez.

viernes, 24 de octubre de 2008

Una lección de goles

Al parecer se ha vuelto una saludable costumbre para cualquier fanático ávido de fútbol el sonreír inconscientemente un martes o miércoles cuando apenas se avecina la noche. Es que tras un explosivo trago compuesto por los más excelsos licores que proceden de aquellos avezados jugadores de Europa, cualquiera sigue sanamente embriagado de balompié, de tal manera que, cuando oscurece, en la mente aún persiste el vivo recuerdo de tantas emociones y sensaciones.

No existe mejor modelo para aprender de fútbol que la Champions. Cada día, al sentarnos a observar esa avalancha de partidos, aprendemos que simple y llanamente el fútbol no se juega de una única manera, sino que es un cúmulo de distintos matices.

Si algo podemos destacar de esta tercera jornada es la lección anotadora que nos ofrecieron varios clubes. Barcelona, Arsenal, Lyon y hasta el siempre ordenado pero poco ofensivo Villarreal nos dieron una muestra de cómo encarar al arquero rival y no morir en el intento.

En cuanto a catalanes y londinenses simplemente cabe decir algo: con un buen trato de balón es más fácil marcar goles. El fútbol colectivo, de toque rápido, con verticalidad y cambios de frente es sinónimo de goles. Más aún, si a eso le sumamos figuras de la talla de Messi, Xavi, Bojan, Adebayor, Cesc o Walcott, el tanteador muy seguramente estará bien cargado.

Para el Lyon, la respuesta a un partido complicado fue la conjunción, en el segundo tiempo, entre un talentoso, Fred y un goleador potente, Benzema. Hubo un sano complemento y ambos anotaron de a dos para el triunfo francés por 5-3.

El Submarino Amarrillo que nos tiene acostumbrados a partidos cerrados se destapó con un 6-3 ante el Aalborg danés, demostrando que cuando la defensa propia no está acertada, el mejor camino al triunfo es atacar constantemente. Los de Castellón aprovecharon la movilidad de Pires y sobretodo la ubicación de un artillero como Llorente. Un ariete que no deja pasar oportunidad para romper la resistencia del rival. El vasco se hizo con un hat-trick y ya no sólo será recordado por ser el jugador que más rápido marcó un gol en la liga española.

Muchos caminos, quizás unos más efectivos que otros, pero un único fin, el gol.

viernes, 17 de octubre de 2008

Cinco tras un Balón de Oro

Paulatinamente se acerca diciembre y con él, la elección del mejor jugador de Europa en el 2008, el Balón de Oro. A la vista tan sólo aparecen cinco candidatos con posibilidades reales para hacerse con el galardón. Un portugués, tres españoles y un argentino: Ronaldo, Torres, Casillas, Xavi y Messi.

El de Funchal es el favorito, pues a sus ya consabidos regates electrizantes les sumó goles, lo cual llevó a su club a la cúspide inglesa y europea; ‘El niño’ se creció en Liverpool a punta de anotaciones y adoptó la mayoría de edad en Viena con un tanto que valió una Eurocopa; El ‘Santo’ de Móstoles se erigió como estandarte de un Madrid campeón y una España triunfadora en Europa. Tras doblegar un récord de imbatibilidad, parece listo para emular al gran Yashin; En cuanto al catalán, ya nadie duda de su importancia. Es el engranaje que mantiene en movimiento al Barcelona y a la selección ibérica; Y por supuesto, Messi. Un auténtico genio que día a día se hace más importante pues su talento no para de ascender.

Quizás, como es lo usual en estos casos, los expertos de la France Football se decanten por la obviedad, elegir a Cristiano Ronaldo. Es el ícono del fútbol actual, un sex symbol entre las féminas y un ser idolatrado por niños y adultos. Un ‘Crack’ que no desentonaría con el resplandeciente Balón de Oro. Es la solución más normal, nadie alzaría la voz en reproche y la gran mayoría aceptaría lo evidente, que 42 goles en una temporada no son cosa de todos los días.

Pero, seguramente un sinsabor rondaría los paladares de los más futboleros. Porque, desde luego, no sería lo mismo un Ronaldo coronado bajo el silencio ceremonioso de la aceptación, que un Fernando Torres reivindicando su imagen de depredador de área, un Messi demostrando porque es el heredero natural de Maradona, un Casillas rememorando la importancia de un arquero de garantías o un Xavi saliendo en defensa de los talentosos que propugnan por un juego grupal más que un individual.

Ya llegará el día y sabremos si el Balón de Oro es un premio al atacante efectivo, al mítico genio, al salvador del arco, a la imagen del fútbol colectivo o al más mediático.

viernes, 10 de octubre de 2008

Debut en familia

Está claro, los chipriotas del Anorthosis habían arrancado con buen pie su primera experiencia en la Champions League. Un meritorio empate sin tantos en el reducto del siempre peligroso Werder Bremen era ya su preciado botín.

El susto del comienzo había amainado, la ansiedad de lo desconocido había cesado y jugadores curtidos e ignotos ya contaban con un partido más en el torneo de mayor prestigio europeo. Por tal, la hora de presentarse ante su hinchada había llegado. El público congregado en el estadio Antonis Papadopoulos debía disfrutar de un debut por todo lo alto. Por eso, que mejor motivo que el de conmemorar el 48 aniversario de independencia del país, y más aún, engalanado con la presencia del Panathinaikos, un verdadero rival de lujo. Y no precisamente por su grandeza futbolística reflejada en los subcampeonatos de la Recopa Europea y la Intercontinental del 71, sino por su lugar de procedencia, Grecia.

Es que los helenos podrían ser considerados como los hermanos mayores de los chipriotas, pues fueron estos los que hace más de tres mil años arribaron a la isla y esparcieron gran parte de su cultura. Tal ha sido la cercanía de estas dos naciones, que de acuerdo a la mitología griega, esta isla mediterránea fue el lugar de nacimiento de Afrodita y Adonis.

Por eso, los pupilos de Ketsbaia tenían claro el objetivo, sentar un duro golpe a ese hermano rico que todo lo tuvo y que, incluso, estuvo a punto de anexarlos a su territorio. Era la forma de declararse un país maduro e independiente, ahora con el fútbol como punta de lanza.

Y no les bastó con eliminar en tercera ronda de la Pre-Champions al otro todopoderoso griego Olympiacos, pues con un fútbol rápido y punzante supo someter a un sorprendido Panathinaikos por un contundente 3-1. Es que el equipo de Famagusta aprovechó sus ocasiones y multiplicó sus cualidades. Un Savio rejuvenecido mostró a las claras el porqué hace un tiempo rindió en el Madrid, en tanto Traianos Dellas se batió como un gladiador, rememorando instantes de gloria, como aquellos de la Euro 2004.

En conclusión, el pequeño Anorthosis se agigantó para su primera fiesta familiar

miércoles, 1 de octubre de 2008

No hay radar que descubra al Submarino Amarillo

Avanzan las jornadas tanto en liga como en Champions y aún así no aparece el rival que logre descifrar a este camaleónico Villarreal. Sí, ya van cinco oncenos que apenas y han conseguido arrebatarle dos puntos al sólido cuadro amarillo. No hay oponente que pueda hallarle la vuelta al equipo del ingeniero Pellegrini y eso que ya se ha dado el lujo de plantarle cara al Manchester en el mismísimo Old Trafford.

Es que su planteamiento táctico resulta tan variable, que ni el propio Ferguson pudo dilucidar el encuentro ante los de Castellón. La libreta de apuntes del chileno marcha a toda velocidad y el rígido esquema con que antes defendía su permanencia en primera división ha dado un vuelco radical. En la actualidad sus movimientos se acoplan de acuerdo a las virtudes y defectos del adversario con el que le toque batirse. Tan amplio resulta el repertorio de jugadas y cambios, tanto tácticos como en nómina, que este novedoso Villarreal da la impresión de mimetizarse con su antagonista. Puede defenderse, atacar por las bandas, mover el balón en el medio campo, definir en el momento justo o simplemente llenarse de coraje y tirar del carruaje teniendo como objetivo exclusivamente los tres puntos.

No es para menos, el conjunto que tiene como fortín al Madrigal ha hecho su mejor arranque de temporada desde que hiciese su aparición en la división de honor del fútbol español. Tres victorias y un empate es el rédito que acumula el cuadro capitaneado por Marcos Senna y que lo ha llevado hasta el tope de la tabla en la liga de las estrellas. Sin contar el hecho de haber sorteado ya su mayor escollo en la liga de campeones.

Un equipo para admirar ya que desde su cabeza transmite solidez. Fernando Roig no ha desentonado en la presidencia y desde que apoyó la decisión de Pellegrini de marginar a su estrella, Riquelme, el Submarino Amarillo parece cada vez más una escuadra de élite.

Este es un club que no sólo enamora por su desparpajo táctico, la técnica también aflora línea por línea. Desde Diego López pasando por Capdevila, Senna, Ibagaza, Fernández y Cazorla hasta llegar a Franco, Llorente y Nihat.

Además y tal vez lo más importante, ya es un elenco institucionalmente grande.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Realidades diametralmente opuestas

Es cierto, tanto la Lazio como el Milán hacen parte de la élite del fútbol italiano, ellos dos, junto a la Juve, el Inter, la Roma y quizás el Napoles, que apenas si se mantiene en el podio histórico gracias al recuerdo de aquellas épocas maradonianas, son los que ponen el condimento en un campeonato donde prima el tan mentado catenaccio.

Aunque en la actualidad, tanto los rossoneri, como los celestes de Roma se han visto opacados por sus vecinos de patio, el Milán aún guarda un remanente de gloria gracias a la Liga de Campeones obtenida en el 2007, mientras la Lazio apenas si ha logrado cuajar campañas decentes. Y sí, uno es boyante en estrellas mientras que el otro debe contentarse con buenos jugadores o cracks que apenas despuntan en el fútbol del viejo continente.

Por eso, antes de comenzar la temporada, las realidades parecían distintas. El poderoso onceno de Berlusconi se apuntaba como una verdadera bestia recargada. Una potencia basada en la esperanza del resurgimiento de Ronaldinho y Shevchenko, la llegada de Flamini y Zambrotta, y la vuelta de Borriello. En cuanto a los biancocelesti pocos se fijaban en él. No hizo mucho ruido en el mercado de pases, aunque sí apostó por algunos argentinos “desconocidos en Europa”.

Dos jornadas y los vaticinios al traste. Il Diavolo penúltimo con dos derrotas a cuestas y un entrenador discutido. En contraposición, Le Aquile, efectividad total y al comando de la tabla. ¿Razones? Por el lado milanista, carencia de imaginación en su juego. Kaká apenas se viene recuperando de una lesión, Ronaldinho no encuentra ni su forma ideal ni su fantasía y a Shevchenko se le perdió el arco desde su estancia en Londres. En cuanto a la Lazio, su entrenador Delio Rossi está de moda por el manejo que le ha dado al grupo, Carrizo es figura custodiando su arco y por supuesto, Mauro Zárate se lleva todos los honores por sus jugadas y sus tres tantos en el torneo. Es que al hermano menor del ‘Roly’ y del ‘Ratón’, a sus 21 años, no se le ha olvidado jugar al fútbol, ni siquiera por haber estado desterrado hace algún tiempo en el Al-Sadd qatarí.

Falta mucho por delante, pero aún así, ya unos sufren mientras otros disfrutan por su presente.

lunes, 15 de septiembre de 2008

“Mercando” a última hora

Un día de nerviosismo absoluto, intensas horas no aptas para cardíacos. Es el instante de la verdad para los clubes, se juegan su prestigio. Las decisiones que se tomen son definitivas, no hay mañana que valga. Se debe arrancar con excelente pie aquel largo camino que supone una temporada invadida de partidos de peso. ¿La mejor manera de hacerlo? Sencillo, enriqueciendo la plantilla con un cúmulo de estrellas ávidas de crecer y de triunfar.

Es el día en que los minutos y segundos corren más rápido que de costumbre, en otras palabras, el cierre del mercado de pases en Europa. Todo se cierne bajo un ambiente denso, las alarmas se activan al instante, los agentes esperan una llamada telefónica, los directivos están prestos para aprobar un monto de dinero, los jugadores se alistan para pasar el reconocimiento médico y los hinchas sufren a distancia por la estrella que les traiga títulos. Pasa de todo, locuras, carreras, berrinches y hasta espectáculos de talla circense.

Este año el cierre de transferencias en España, Inglaterra e Italia tuvo condimentos para todos los gustos. Los grandes desembolsos estuvieron a cargo de los clubes de Manchester. Los diablos rojos se hicieron con Berbatov mientras los citadinos rescataron a un Robinho, que con lágrimas y súplicas para dejar al Madrid, puso la nota tragicómica de la jornada.

El encargado de la sorpresa fue el Betis que se desprendió de Sobis, desterrado al Al Jazzera, pero añadió un campeón de Europa con el arribo de Sergio García. El sabor amargo quedó en el paladar de los directivos madridistas, pues luego de presionar por Ronaldo, Villa y Cazorla, terminaron restando. El Tottenham concretó la tan especulada contratación de Pavlyuchenko pero no la de Arshavin. En Italia estuvo la promesa a futuro, la Juve se hizo con Falqué, una perla de la cantera catalana que espera emular lo hecho por Cesc lejos de la Masía. La pimienta llegó a manos del agente de Milito, quien tras percatarse que la sede de la liga italiana ya estaba cerrada, tuvo que saltar una valla e introducir el contrato de su representado con el Génova por la ventana.

Mucho movimiento y diversión pero queda claro que el poder adquisitivo está en la Premier.

sábado, 30 de agosto de 2008

El Calderón oirá el himno de la Champions

Ya está, es un hecho. Costó lo indescriptible, de eso pueden dar fe jugadores, cuerpo técnico, directivos y sobretodo esa hinchada incondicional que nunca se cansó de alentar a su querido Atleti. Fueron 11 años de sufrimiento, de dinero derrochado a borbotones en jugadores de mucho nombre pero poco corazón, de estrellas aisladas que casi nada pudieron hacer por el conjunto, de entrenadores de lujo, como Bianchi, Ranieri o Sacchi , que apuntaban a salvadores pero salieron desahuciados por no encontrar el rumbo y de directivos que se partían la cabeza buscando una salida a la crisis institucional pero extrañamente terminaban inmiscuidos en escándalos extradeportivos que nada ayudaban a lavar la tan vilipendiada imagen del club. Ese era el ambiente que rondaba desde hace más de una década. Ya el año 97 se antojaba un tanto lejano y figuras como Caminero, Penev o Kiko no entusiasmaban mucho. Era hora de dejar de vivir del pasado y empezar a vivir el presente.

Enrique Cerezo confió en el mexicano Aguirre y él no lo defraudó. Ya sin Torres, pero con una plantilla muy equilibrada, con un mediocampo vertical, Maxi, Simao, Luis y Raúl García, y una delantera de ensueño con Agüero y Forlán, los atléticos lograron un cuarto puesto que les aseguraba la previa de la Champions. Un saldo que había que pagar con creces frente a un envalentonado Schalke 04.

El cuadro rojiblanco se reforzó con miras a este crucial evento. Ujfaluši y Heitinga llegaron para comandar una defensa en aprietos, Assunção como alternativa de fuerza en el centro y Sinama-Pongolle como un veloz recambio para el sector ofensivo.

Con Maradona en las gradas del Calderón, su yerno tomó las riendas, no escatimó esfuerzo alguno, tampoco rehuyó responsabilidades y con jugadas decisivas sentenció al conjunto teutón. Un arranque tímido con algunos errores a mediados de la segunda etapa, pero con un cierre fenomenal. Un 4-0 contundente que llena de gloria a todos los de la Ribera del Manzanares.

El Atlético de Madrid puede sonreír una vez más, abrir su armario de los recuerdos y desempolvar su traje de gala porque ya está invitado al baile más exclusivo de Europa, la Champions League.

viernes, 22 de agosto de 2008

Beijing 2008 mira de reojo a Atlanta 96

Agosto 3 de 1996, Estadio Sanford de Athens, Georgia. Aún corren los últimos minutos del cotejo por la medalla dorada. Argentina, dirigida por el flamante ‘Kaiser’ Pasarella y abarrotada de estrellas ya consagradas mundialmente, apenas empata a dos tantos con las Súper Águilas nigerianas. Falta al borde del área, centro y la zaga argentina que sale como un obús queriendo jugar al fuera de lugar, Sensini queda enganchado y habilita al ex azulgrana Amunike quien con una volea vence la valla de Cavallero y decreta el 3-2 final para una celebración africana y una nueva decepción sudamericana. Los nigerianos se erigían como monarcas olímpicos y asomaban como alternativa para pelear junto a las potencias del fútbol mundial.

12 años más tarde, es China el epicentro de una nueva edición de este encuentro en el que se miden, ahora sí, dos grandes del panorama mundial.

La albiceleste ya no sufre por conseguir su primer logro olímpico pues en Atenas calmó su sacia de gloria. Mientras tanto, los nigerianos con un ritmo voraz y vertiginoso a lo largo del torneo han dejado claro que serán un hueso duro de roer para los argentinos y que luego de haber asombrado en el 96 ahora sí que se les debe mirar como iguales.

Ya no hay historia que valga, estos 22 jugadores que se medirán el 23 de Agosto en el estadio del nido del pájaro se batirán como gladiadores en busca de un nuevo baño de oro.

Los pupilos del ‘Checho’ Batista vienen empujados por su victoria ante Brasil, su nómina millonaria y su excelso trabajo colectivo. Su delantera convence con Agüero y Di María y Messi es un fuera de serie que deleita pegando su balón al botín y zigzagueando a rivales en jugadas dignas de un genio.

En cuanto a Nigeria se debe destacar su entrega total desde el minuto 0. Corren y luchan como si no hubiese mañana, pero a su vez son ordenados tácticamente, y por si fuera poco, cuentan con dos baluartes de cara al gol, Ogbuke del 1899 Hoffenheim alemán y Obinna del Chievo Verona italiano.

Duelo de titanes. Argentina aún posee una luz de ventaja, pero ahora los nigerianos ya no sólo juegan con el físico, su técnica es más depurada y son una clara amenaza a las aspiraciones doradas de los gauchos.

jueves, 31 de julio de 2008

Dos tendencias para el banquillo

Pudo ser la recesión mundial, quizás la verdadera convicción de directivos por traer sangre joven o tal vez el azar. Lo que se sabe es que hace tan sólo unos años atrás, ya fuese en clubes o seleccionados, la afluencia de jóvenes entrenadores se hizo sentir de manera ostensible.

Cuando creíamos que aquellos jerarcas de antaño, esos hombres que manejaban a su equipo desde la altura de saberse reales conocedores del fútbol mundial dada sus dilatadas trayectorias y su vasto conocimiento, se habían esfumado, se hicieron sentir tres grandes triunfos por parte de directores técnicos veteranos. El alemán Otto Rehhagel, conquistó la Euro del 2004 con la modesta Grecia, Marcelo Lippi hizo lo propio al mando de la Azzurri en el Mundial de Alemania 2006 y por último el español Luis Aragonés, con casi 70 años cumplidos logró devolver a su país la gloria de la Eurocopa tras 44 años de penurias.

Se equilibran las fuerzas entre generaciones y nuevamente se plantea la siguiente inquietud: ¿Qué se necesita para manejar un equipo y llevarlo a la gloria? ¿Juventud y empuje o más bien experiencia acompañada por un toque de calma?

La respuesta no es sencilla. Hay diversas vertientes con respecto al tema. Algunos aseguran que un entrenador mayor genera un ambiente paternalista que cobija a su plantel y lo induce a soltarse y mostrar todo su potencial. Por otra parte, los más osados afirman que un adiestrador joven certifica un trato cercano con el jugador, lo cual permite que el discurso sea mucho más directo. Todos parecen tener la razón, ya que los experimentados aportan sapiencia, audacia y datos que no se consiguen estudiando sino viviendo, mientras los jóvenes brindan nuevas ideas, energía y empuje. Los primeros se equivocan muchas veces por terquedad y los segundos por el calor del instante.

Unos y otros han sabido triunfar. Un veterano como Hiddink es sinónimo de resultado instantáneo, mientras los nóveles como Simeone o Garnero dan la impresión de construir un sólido proyecto a futuro.

El problema no es la elección, es la convicción con que se asuma la decisión. Varios ejemplos nos permiten corroborar que la edad no es lo primordial, un proyecto se saca adelante con el trabajo en conjunto y un apoyo irrestricto de todos los sectores del club o seleccionado.

miércoles, 23 de julio de 2008

El recambio ideal

Todos bien sabemos de la sapiencia, perspicacia y buen ojo para descubrir talentos de Arsene Wenger, pero, aún así no deja de sorprendernos la rapidez y fiabilidad con que este ingenioso francés consigue hacerse con jóvenes promesas que logran reemplazar a sus salientes estrellas, sobrepasando incluso, los pronósticos de los más optimistas.

Y es que si algunos pensaban que la última gran maniobra del adiestrador ‘gunner’ era el arribo del togolés Adebayor en reemplazo del histórico ‘Titi’ Henry, estaban bastante equivocados. La llegada del francés de origen argelino Samir Nasri como recambio directo del polivalente bielorruso Alexander Hleb es la más reciente y aclamada movida del galo. Los fanáticos ingleses no deben contenerse en lo más mínimo, a frotar sus manos porque disfrutarán de un jugador que haciendo pareja con Cesc deleitará a todos.

Si bien Hleb nunca tuvo la talla de un Henry, sí que supo darse a su equipo. Por eso, su salida al Barcelona podría haber resultado un tanto traumática para los intereses ‘gunners’ de no ser por la audacia de Wenger. Sí, el juego del bielorruso aportaba muchos galones en el esquema táctico del francés, pero ya tenía 27 años y aunque no se le puede considerar un veterano, su reemplazante, Nasri, tiene tan sólo 21 y por tal, posee mucho fútbol para brindar a su onceno.

Aunque en la Euro 2008 no brilló en su máximo esplendor ya que Domenech no arriesgó con él, es más que una segura apuesta a futuro. La afición gala se regocija con un mediocampo conformado por Ribéry, Ben Arfa y el mencionado Nasri.

Según algunos, es el más cercano sucesor de Zidane y no sólo por tener ascendencia argelina, sino por su depurada técnica, su clase, su elegancia para manejar los hilos del onceno y su excelso remate al arco con ambas piernas.

Además, los triunfos no son extraños para Samir. Su corta pero promisoria carrera cuenta con grandes apariciones en las categorías inferiores de la selección francesa y en su antiguo club, el Olympique de Marsella.

Una intrépida jugada de Wenger, este viejo zorro francés. Él y el Arsenal siguen siendo un digno ejemplo para todos. Así se gana, apostando por el talento joven, con firmeza y valentía.

jueves, 17 de julio de 2008

Fichando bien y a precios razonables

Llenan estadios, venden camisetas, son protagonistas de cánticos y el respetable suspira por sus jugadas. Pero, ellos, las estrellas del fútbol, no son los únicos que tiran del barco. Por si solos no ganan campeonatos. Un general no gana la guerra por su cuenta, son los soldados liderados por él quienes llevan al grupo a la cúspide.

Sí, suena bien para los hinchas el desembolso de una importante cantidad de dinero para fichar un ‘crack’ de renombre. Millones por un futbolista entusiasman, pero, ¿generaciones venideras recordaran aquella cifra estrambótica pagada por un único elemento? La respuesta es no. La gente solo se acuerda de ello si son campeones.

Sin ánimo de desestimar los posibles fichajes de Ronaldo o Robinho por cifras estrafalarias, son otros jugadores, menos reconocidos, quienes seguramente marcarán el devenir de sus nuevos equipos.

Unos llegaron por casi 20 millones, algunos menos de 10 e incluso uno que otro sin pagar un céntimo. Tal vez no se muestren tanto ante los medios, pero a la hora de coger un balón, podemos apostar que darán alegrías a la hinchada. Estos son los casos de Guerrón, Acosta, Hleb, Flamini, Modric, Poulsen y Ujfalusi.

El ecuatoriano puede ser un perfecto desconocido en España, pero en Suramérica sus gambetas no pasaron desapercibidas. Getafe lo disfrutará; El ‘Laucha’ sabe desbordar, asistir y marcar. En el Sevilla se hará aún más grande; El bielorruso sí que ilusiona. 15 millones de euros son poco para todo lo que puede dar al Barcelona. Maneja el balón como ninguno, su juego es claro, se desmarca con facilidad y su talento contagia; A coste cero, Flamini es toda una ganga que debe disfrutar el Milán. El Gatusso francés mejorado. Garra más habilidad para sumarse al ataque; El croata probó su calidad en la Euro, ahora en los ‘spurs’ derrochará su técnica; El danés lo dio todo para el conjunto Nervión, ahora la Juve se regocijará con sus anticipos, su fuerza y su entrega; El checo es el elíxir que necesitaba la defensa ‘colchonera’. Un jugador con gran personalidad para armar su retaguardia. Una garantía de seguridad.

No se les dio mucha prensa a sus pases, pero eso no les importa, su labor está dentro del terreno de juego y ahí sí que se notarán.

sábado, 12 de julio de 2008

Un ‘crack’ atípico

Al parecer, para que un jugador de fútbol sea considerado como una estrella, múltiples factores deben entrar en escena. El elemento preponderante debe ser el talento, léase embelesar a la fanaticada con su juego. El susodicho también debe tener una imagen reconocida fuera del ámbito futbolístico, debe ser mediático. No puede estar ajeno a los escándalos ni tampoco ausentarse largo tiempo de las portadas de la prensa rosa. Resulta obligatorio que coquetee con los elencos rivales de manera que pueda venderse al mejor postor.

Por supuesto, hay excepciones, no todos cumplen las citadas ‘cualidades’, pero en este rubro tenemos algunos ejemplos. Ronaldinho, Ronaldo, Adriano y Robinho. Nadie niega que son unos superdotados para mover la pelota y es cierto que cuando están en forma nadie los para. Y sí, es maravilloso ver un regate de Ronnie, un lujo del luso, una definición del ‘Emperador’ o un par de bicicletas del madridista, pero resulta atroz ver la actual prominente barriga de Ronaldinho a causa de sus antojos, el feo oportunismo de Ronaldo para con su actual equipo y las fiestas sin fin en las que se ven envueltos Adriano y Robinho.

Si bien el talento es necesario y la imagen resulta importante, hay otros factores que deben ser los que marquen la pauta a la hora de encumbrar a los ídolos del balompié actual. La perseverancia, el liderazgo, la efectividad y el pundonor para defender tanto a su selección nacional como a su club.

La Euro sirvió para reconocer el talento de un ‘crack’ que se sale de los parámetros típicos. Un hombre que prefiere la sombra, Xavi Hernández. Un catalán que defiende los colores azulgranas como ninguno, pero que no se ahorra una gota de sudor para con la camiseta española.

Trabajador incansable, talentoso hasta la saciedad y con una inteligencia única para encontrar a sus compañeros y dejarlos en inmejorable posición de cara al gol. Sabe atacar, marcar y cuidar las espaldas de sus compañeros, dueño de un potente remate que utiliza para rescatar a su equipo cuando carece de definición. Exquisito en su manera de jugar al fútbol. Van Gaal lo hizo debutar en el 98 pues para él, el de Terrassa era el mejor organizador. Guardiola, su actual entrenador, quedó anonadado ante tanta calidad, en su momento dijo que sería Xavi quien lo jubilaría y así fue.
¡Grande Xavi! Un verdadero ‘crack’.

sábado, 5 de julio de 2008

Los tapados de la Euro

La gran mayoría apostaba a que las estrellas brillarían en esta Eurocopa. En las quinielas todos pujaban por aquellos elementos de renombre que habían figurado en el podio del fútbol europeo. A nadie le resultó extraño el alto rendimiento presentado por algunos de los denominados ‘cracks’. Ballack no defraudó al mando de la Mannshaft. Los madridistas Sneijder y Van Nilstelrooy, dejaron una impronta de lujo en la retina de los enamorados a la lírica del fútbol. En cuanto a Villa y Casillas, su nivel sirvió para revertir esa historia negra que perseguía a los ibéricos.

Su talento y reconocimiento mundial los precede. Por eso, en ocasiones, pese a su desempeño superlativo, el mundo ávido de cambios y fanático de historias fantásticas hechas realidad, los hace a un lado y voltea la mirada en busca de valores que puedan llevar a triunfar al débil David ante el poderoso Goliat. He ahí donde la emoción entra en juego, se revuelven las cartas y salen a la luz esos talentosos desconocidos para embelesar a propios y extraños con su fabuloso juego.

En este ámbito la Euro ha sido benévola, varios jugadores eligieron salir del anonimato en este torneo dando muestras de habilidades notables a la hora de manejar un balón. Los croatas contaron con dos perlas. El primero es Modrić. Un jugador que con su visión de campo y sus desbordes hace daño a cualquier rival. Los intrépidos han llegado a compararlo con Cruyff. El segundo caso es el de Ćorluka, un lateral de tan sólo 22 años, eficaz en la contención, vital a la hora de la salida y eficiente cuando de enviar centros precisos se trata. Los turcos ya cuentan con un nuevo goleador, Şentürk, que con sus tres goles en la Eurocopa ratificó su gran momento.

No hay que olvidar a tres rusos. Zhirkov, un mediocampista retrasado a lateral. Técnica depurada en su máxima expresión. Pavlyuchenko, un potente artillero. Y por último, una verdadera joya. Arshavin. Luego de su impresionante labor con el Zenit, ya lo teníamos en la mira. No sólo reafirmó su categoría sino que le dio un salto de calidad a su equipo. El talento le brota a borbotones. Sabe armar, asiste, desborda y marca goles.

Por ellos el fútbol aún vive, por ellos es que este deporte no pasa de moda y se reescribe a cada momento.

Simplemente fútbol

Es el balompié en su más puro esplendor, es la Eurocopa de Naciones. Señores, amantes del deporte de multitudes, no hemos sido defraudados, el toque de balón, las jugadas sorpresivas, el colorido de las tribunas, el éxtasis de la hinchada y por supuesto, los goles por doquier han dicho presente desde el 7 de junio en los más hermosos estadios de Suiza y Austria.

Los seleccionados europeos se han batido como gladiadores para obtener el triunfo, los entrenadores de cada onceno han movido sus fichas y han demostrado que para obtener un fútbol de alto nivel no existe una única fórmula matemática. Diversos caminos conducen al triunfo. Para ello debemos contar a aquellos que han hecho gala de su técnica y disciplina táctica: Holanda, Croacia, Portugal y España.

Los dirigidos por Van Basten se pasearon como amos y señores del denominado grupo de la muerte. Aplastaron a los últimos finalistas de la Copa del Mundo y por si fuera poco, se dieron el lujo de derrotar a un combativo seleccionado rumano con su segunda escuadra. Los ‘tulipanes’ dejaron la sensación de haber recobrado el ímpetu y el talento que los llevara a conquistar la Euro del 88. Reconocimiento aparte merecen varios elementos. Van Nistelrooy, Sneijder y Van der Sar.

Los croatas han sido la feliz sorpresa del campeonato. Bilić ha corroborado que la edad no es lo más importante a la hora de sentarse en un banco técnico. Este rockero de 39 años ha manejado los hilos de su selección, ha mantenido su elenco a gusto y ha sabido rodear a su estrella Modrić para que pudiese desplegar todas sus condiciones dentro del terreno de juego.

En cuanto a los portugueses, sólo se puede decir que han hecho lo de siempre. Scolari ha ordenado desde el banquillo, Deco ha sido su lugarteniente en el campo, Pepe ha dado muestras de firmeza en la retaguardia y Simão y Ronaldo han abierto el campo con su velocidad y talento.

Los españoles de Aragonés han hecho honor al juego de toque. Iniesta, Xavi y Silva han sido el alma del seleccionado con su ‘tiqui taca’, mientras que arriba Torres se ha batido como un león y el ‘Guaje’ Villa ha sido la figura rompiendo redes sin clemencia.

No hay mucho más que decir, hasta ahora esta Euro nos ha colmado por completo, nos ha enseñado lo que es simplemente el fútbol.

¡Son altos, no troncos!

Partido cualquiera, momento cualquiera. Un puñado de fervientes hinchas sentados frente al televisor discuten las incidencias del cotejo. A todo pulmón discurren como los más avezados comentaristas, ninguno se salva de su punzante análisis. De repente, hace su entrada un delantero diminuto, toca la esférica, dribla a un rival y se deshace del balón. Todos alzan la voz al unísono: “Ese tiene pinta de crack”. Momentos después, mandan un centro pasado y el atacante, que parece más un pivote de baloncesto, no puede conectar. “Que se dedique a otra cosa ese tronco” dicen en coro. No señores, no todos los futbolistas de escaza estatura son Messi. Tampoco aquellos gigantes pueden calificarse como inválidos. “Altura no es sinónimo de incapacidad”.

Para la muestra, la Euro. En ella se puede observar jugadores de talla que no sólo se destacan por su capacidad para cabecear. Ibrahimovic es la referencia. Por supuesto que sabe rematar con la testa, pero con el balón en los pies no debe envidiarle nada al más habilidoso media punta. Los regates y fintas son parte esencial de su repertorio.

Luca Toni es otro ejemplo. Es alto pero su fuerte no es el cabezazo. Él crea espacios, pivotea, se mueve entre los defensas y es un depredador del área chica que aprovecha cualquier balón para introducirlo en el arco rival. Sus números hablan por sí solos, goleador en la Fiore y en la actualidad artillero del Bayern Múnich. No hay que ser un genio para comprender que el oriundo de Módena es un grande.

Dos ausentes de la Euro destacan por su tamaño pero también por su juego. Son los casos de Crouch y Carew. El inglés es un fijo en los ‘pross’, sabe desenvolverse con la redonda y aunque sus movimientos parezcan poco ortodoxos puede librarse de los defensas contrarios con facilidad. El noruego es pura técnica. Rosenborg, Valencia, Lyon y Aston Villa han sido testigos de ello. Para él no hay nada imposible. Con facilidad puede rematar de chilena o si hace falta, anotar de taco como lo hiciese ante el Madrid.

Pero no toda esta estirpe de delanteros proviene del Viejo Continente. Martín Palermo es el caso más cercano. Todos quitan méritos a su labor como goleador, lo desacrediten por su estatura y hasta lo llamaron ‘el tronco de América’. Él siguió marcando goles y escribiendo su propia historia.

Son altos, son grandes. ¡No son troncos!

A degustar el mejor fútbol del planeta

Es el momento para sentarse frente al televisor y disfrutar del espectáculo. La tan anhelada Eurocopa empieza este sábado. Con excepción de Inglaterra, los mejores elencos europeos se encuentran presentes. No se pueden descartar las sorpresas, cada grupo resulta competitivo y dilucidar los clasificados a segunda ronda sería como lanzar una moneda al aire.

En el grupo A existirá un duelo de maestros, Scolari (Portugal), Terim (Turquía) y Brückner (Rep. Checa). Suiza tiene de lado a su afición, factor importante a la hora de empujar al equipo. Portugal parte como favorita, no sólo por la compenetración de sus jugadores en torno a un conocido esquema táctico, sino por el talento que brota a borbotones de una plantilla que se erige como una de las más brillantes del torneo. Pero ni turcos ni checos pueden menospreciarse. Los primeros cuentan con un entrenador de talento comprobado en Europa y un jugador determinante, Nihat. En cuanto a los segundos, la experiencia de su adiestrador se conjuga con la clase de sus jugadores.

El grupo B parece el más predecible. Alemania no debería tener problemas. Croacia parece el más fuerte contendiente de los germanos. Austria y Polonia debutan y su camino en la Euro es un tiro al aire. Los anfitriones tienen el apoyo de su hinchada y los polacos cuentan con la mano mágica de Beenhakker que quizás pueda hacer el milagro de clasificarlos a segunda ronda.

El grupo C es un verdadero banquete para el paladar de los aficionados. Francia, Italia, y Holanda de una tacada. Los franceses tienen una base robusta. Ribery pasa por un gran momento y Benzema se erige como el nuevo goleador. Italia siempre será grande aunque en su banquillo se note la ausencia de Lippi. Los holandeses contarán con una pareja atacante novedosa, Van Nistelrooy-Huntelaar, experiencia y juventud. Rumania tratará de hacer valer su disciplina para poder asestar el batacazo.

Por último está el D. España es favorita. Los denominados ‘jugones’ deben por fin dar muestras de su talento. Es hora de mostrar que aquél que sabe jugar al fútbol debe ganar el título. Grecia está obligada a ratificar su titulo con una buena actuación. Suecia es un onceno de trabajadores que depende del talento de Ibrahimovic mientras Rusia apuesta por el ingenio de Hiddink.

Por juego España o Portugal deberían ser campeones pero el fútbol no siempre es justo, para la muestra, los italianos.

Se abre la feroz batalla de fichajes

Se acaba la temporada regular y los grandes de Europa no paran la nave. Ya no está el título en juego sino el futuro de la plantilla. Las peleas no tienen como epicentro el terreno, sino los despachos presidenciales donde se quiere vender bien y comprar aún mejor. Ya no se lucha por el presente de las instituciones sino por el futuro de las escuadras. Sentar las bases de un elenco que deleite a su hinchada, llene estadios, traiga consigo contratos publicitarios y se haga con títulos.

Las situaciones son diversas. Unos se plantean transferencias millonarias, otros desean dar algunos retoques a plantillas ganadoras, mientras algunos tantos, ante su irremediable fracaso, pretenden limpiar el vestuario y comenzar desde cero.

A diferencia de otros años, ninguna transferencia parece imposible. Ni las grandes figuras como Cristiano Ronaldo, Kaká, Drogba o Eto’o, parecen tener su futuro asegurado. De a poco las potencias destapan sus cartas.

El Madrid parece tener ojos solamente para el ‘Rey Midas’ actual, Cristiano Ronaldo. Desesperadamente pretende vender jugadores de manera que pueda hacer caja y así tentar al joven portugués para que abandone el buque de Ferguson. Barcelona ya se mueve en torno a un nuevo proyecto. Ya arribaron Keita y Piqué y se esperan nuevos refuerzos como Silva, Hleb, Alves u otros más. El Atlético quiere tirar la casa por la ventana. La llegada de Heitinga es sólo el comienzo. En cuanto a los italianos, el Inter es el que a la vista, más cambios realizará. Moratti tiene atado a Mourinho y su llegada traería de una tacada a Deco, Lampard y Drogba. Milán quiere resarcirse de su pésima temporada buscando a los ‘culés’ Zambrotta, Eto’o y Ronaldinho. La Juve se hizo con el brasileño Amauri y busca fortalecer su mediocampo. En Inglaterra, el Tottenham y el Manchester City son los llamados a poner el dinero en la mesa. Chelsea busca entrenador entre Rijkaard, Mancini o Lippi. Arsenal quiere sangre nueva, la llegada de Nasri, un joven talento francés, así lo demuestra. Los ‘Diablos rojos’ aún no se mueven pero según sus directivos, algún jugador llegará.

Se deben tener en cuenta otros nombres que lo tienen todo para triunfar en un grande. Benzema, Huntelaar, Sergio García, De la Red o Granero.

El mercado se antoja movido y bastante tenso. Nadie quiere dejar escapar su oportunidad.

Gloria roja en Moscú

Si bien los azules del Chelsea apostaron al máximo por obtener la victoria pregonando un fútbol de avanzada, dejando de lado su táctica de recogimiento y contragolpe y deleitando con su vertiginosidad y precisión a aquellos congregados en estadio de Luzhniki, tristemente para ellos, fueron sus contrincantes quienes, gracias a la suerte de aquel bendecido con el aura del campeón, se alzaron con la victoria.

Sí, los londinenses parecían justificar los tres puntos en el encuentro disputado en Moscú, pero fueron los de Manchester los que se alzaron con la codiciada ‘orejona’.

Su desempeño superó a cualquiera. No hubo Barcelona, Roma o Chelsea, Ronaldinho, Totti o Drogba que pudieran detenerlos. Ronaldo, Rooney, Tévez y Giggs comandaron un ataque de ensueño, Scholes, Anderson y Nani se cansaron de dar asistencias por doquier, mientras que en la retaguardia Hargreaves, Ferdinand, Vidic y Van der Sar lograron hacer de las suyas para consagrarse campeones de manera invicta.

No cabe duda, la Champions tiene un campeón, un inglés que consigue la corona por tercera vez en su historia. No lo logró de manera milagrosa como en aquella majestuosa oportunidad en el 99, pero sí se alzó con el triunfo final mandando con autoridad por sobre la élite del fútbol europeo.

A Ronaldo le bastó una jugada para mostrar su talento y dejar en claro que es el merecedor indiscutible del Balón de oro, Tévez mostró todo su pundonor albiceleste y Vidic se cansó de correr el campo, anticipar a Cole, Ballack y Drogba y corregir las deficiencias del resto de la defensa. Para culminar, el veterano meta Van der Sar ahogó en incontables ocasiones el grito de gol azul y atajando el cobro de Anelka dio un suspiro a Ferguson quien veía como se le escapaba un torneo casi perfecto.

Los rojos son justos ganadores, practicaron un fútbol de talento, sin temores y siempre hacia el frente. Sus figuras no se amilanaron y su técnico demostró que está hecho para ganar. A Drogba lo traicionó el temperamento. Essien mostró su garra pese a la equivocación en el gol de Ronaldo y Lampard se jugó el prestigio adquirido dejando hasta la última gota de sudor en la cancha. Desde los cielos su madre debe sentirse supremamente orgullosa.

El equipo de Abramovich alcanzó la final, pero una cosa es con Mourinho en el banquillo y otra con Grant.

En el Zenit de Europa

Si pensábamos que para disfrutar del buen fútbol tan sólo debíamos remitirnos a países como Italia, Inglaterra y España estábamos muy equivocados. Existe un mundo de talento más allá de esta élite de millonarios torneos. Un claro ejemplo de ello lo mostró un equipo sin una vasta trayectoria, perteneciente a uno de las denominadas ligas de segundo nivel, el Zenit de San Petersburgo, una escuadra que al mando de Dick Advocaat, aquél que fuese asistente de Rinus Michels, y practicando un fútbol arriesgado, vertiginoso y enteramente de ataque logró hacerse con la tantas veces vilipendiada pero siempre valiosa Copa de la UEFA.

‘El teatro de los sueños’ en Manchester fue testigo del alud soviético. Los aficionados que se dieron cita en Old Trafford pudieron observar a un onceno ruso decidido a alcanzar la gloria.

El destino puso en frente a dos equipos con historias dispares. El Rangers de Glasgow, un elenco con tradición y títulos que ya tenía en su haber una Recopa de Europa conquistada en el año 72. Mientras tanto, los rusos apenas si se asomaban por primera vez en instancias de una copa de calibre. Pero, los números de poco sirven ante la realidad de un encuentro. Los protestantes escoceses con un fútbol timorato y defensivo poco pudieron hacer con el club del que es hincha el presidente ruso Medvéded. Los de San Petersburgo se comieron la cancha desde el pitazo inicial y corrieron al frente como si no hubiese mañana. Ni siquiera la ausencia de su goleador Pogrebnyak disminuyó su ímpetu. La escuadra blanca dominó de principio a fin haciéndose con el balón, aprovechando los espacios, triangulando de manera perfecta y exigiendo en numerosas ocasiones al meta Alexander. El número 10 ruso, Arshavin, tomó las riendas del Zenit y con su velocidad desbordó y envió centros peligrosos al área chica. Con su talento en el uno contra uno y gracias a su visión de campo hizo de su equipo una verdadera aplanadora. Junto a él, Denisov y Zyryanov se mostraron letales a la hora de la definición y vulneraron el cerrojo escocés para sentenciar el partido en un 2-0 que se quedó corto para el nivel mostrado por los soviéticos.

Hay calidad futbolística más allá de las fronteras de las bien conocidas potencias europeas. El Zenit se encargó de demostrarlo con su desparpajo y valentía para arrollar a sus rivales.

Más que un pasillo un paseíllo

Si los hinchas culés creían que la tan comentada y aparentemente vergonzosa calle de honor que debían hacer sus jugadores a los merengues era la mayor humillación que podían llegar a sentir, si pensaban que el peor momento en esta nueva edición del derbi español tan sólo duraría 20 segundos, simplemente cabe decir que no tenían claro el panorama en lo absoluto.

Ni en lo más remoto se pueden llegar a comparar unos breves instantes de aplausos al acérrimo rival, con el infierno de más de noventa minutos que debieron vivir los desorientados jugadores blaugranas a manos de los blancos. A decir verdad, la antesala del partido ha quedado a un lado ante tan nefasta presentación de los pupilos de un Rijkaard que ya ve llegar su salida.

Resulta grotesco pensar que el presidente de los azulgranas, Joan Laporta, por algún momento llegase a especular que con una goleada a favor podría aguarles la fiesta a los de Chamartín. Irónico, pues fueron borrados del terreno por el Real Madrid. Ni siquiera las buenas maneras de un Messi aislado pudieron hacer cosquillas a un envalentonado equipo blanco que quería celebrar por todo lo alto el título con su hinchada.

Se juntaron dos realidades diametralmente opuestas. Unos azulgranas en plena caída y unos merengues que cada día construyen un grupo sólido en busca de nuevos objetivos. El Barcelona no existió en el campo, ni siquiera se dio a la tarea de tirar de su orgullo catalán para dejarle un buen sabor a su afición. Un Valdés impotente poco podía hacer ante tantos remates a bocajarro, Yaya Touré parecía asfixiado, Márquez lucía aparatoso en cada entrada, Xavi no gravitaba, Henry era una sombra y al pequeño Bojan le pesaba la responsabilidad. Messi lo intentaba, pero él solo no podía ante unos blancos iluminados. Si los madridistas jornadas atrás no lograban conquistar a su hinchada, con este partido sí que los convencieron de su talento. Raúl, en lo suyo, el gol. Robben movedizo como en sus mejores momentos en el Chelsea, Diarra aportando equilibrio, Sergio Ramos salida constante, Casillas seguridad y el ‘Pipita’ Higuaín ese desparpajo que lo llevó a conseguir cuatro goles consecutivos vitales para encumbrar al Madrid en lo más alto.

En conclusión, los de Schuster tan sólo necesitan unos retoques, mientras que el más que seguro Barcelona de ‘Pep’ Guardiola requiere de un buen y muy sonoro revolcón.

Las ironías del fútbol

Mientras la otrora todopoderosa selección inglesa aún deambula en la penumbra a raíz de su penosa campaña bajo el mando de Steve McClaren, dos de los más grandes exponentes del fútbol británico, Manchester United y Chelsea se sitúan en la cima del balompié del Viejo Continente tras su imponente paso a la final de la Liga de Campeones de Europa. Tanto el onceno londinense como el cuadro rojo de la primera ciudad industrial se encuentran plácidamente ubicados en el podio moscovita gracias a sus efectivos elementos de juego. El 21 de Mayo se verán las caras en el Luzhniki donde se dirimirá el nuevo dueño de la prestigiosa ‘orejona’, una copa tan codiciada por muchos pero tan esquiva para tantos.

Como contraparte a este monopolio inglés en el fútbol europeo, los ‘pross’, a pesar de la llegada de un ganador nato, el italiano Capello, no han podido levantar cabeza del todo y aún sufren por su sorpresiva y humillante eliminación en la previa a la Euro 2008.

Es incomprensible el bajo nivel presentado por el seleccionado británico. Los leones no tienen un juego claro, a veces se muestran un tanto atolondrados y pareciera que ponen el destino del cotejo únicamente en manos de aquella figura que se encuentre en su día de gracia.

Resulta insólito las innumerables diferencias entre el cuadro de la rosa y los finalistas de la Champions. Nada que ver con los dirigidos por el israelí Grant y mucho menos con los pupilos de Ferguson. El cuadro de Capello carece de la disciplina y practicidad de los azules y por supuesto de la armonía, el fútbol vistoso, vertiginoso y sobretodo vertical de los rojos.

Pero la ironía del caso es que muchos de los puntales de ambos clubes hacen parte de la escuadra británica. En el Chelsea tenemos a un portento defensivo como Terry, un lateral con salida constante como Ashley Cole, dos volantes de avanzada como Joe Cole y Lampard y al veloz e incisivo Wright-Phillips. En cuanto al Manchester debemos incluir al inagotable Neville, los férreos defensores Rio Ferdinand y Wes Brown, los volantes Carrick y Scholes y por supuesto el ‘niño rebelde’ Wayne Rooney.

Manchester y Chelsea. Ambos se hallan ad portas de lograr dos de los más importantes galardones de la temporada: la Premier y la Champions. Los ingleses dirán que un triunfo de cualquiera dejará muy en alto el nombre de las islas. Parece una excusa. Ya es hora de que el seleccionado nacional saque la cara, no solamente los clubes.

Arriesgar poco para no perder mucho

Como cualquier instancia final de un torneo de renombre, los partidos de ida de las semifinales de la Liga de Campeones no alimentaron la retina de los espectadores ávidos de buen fútbol.

Es cierto, por resultados Manchester, Liverpool, Chelsea y Barcelona están en la cima de Europa y por historia deberían jugar a ganar, apostar al fútbol de ataque y demostrar todo su talento en el campo, pero, sin duda alguna, estos no eran cotejos de exhibición en donde se pudiese apostar por el lujo y la magia, eran las semifinales del torneo de mayor prestigio de clubes en el mundo (con permiso de la Libertadores y el Mundialito). La técnica y la habilidad debían quedar a un lado y reemplazarse por galones de táctica, corazón, entrega y sobretodo orden. No se podía perder.

Si bien todos conocíamos la calidad de los cuatro oncenos, nadie esperaba partidos con jugadas de ensueño o marcadores abultados. Por el contrario, sabíamos que ambos encuentros serían cerrados, con pocos espacios y por supuesto con escasas emociones en los arcos.

Esperábamos una mayor propuesta de los locales pero no hubo tal. No se sacaron diferencias, ambos cotejos terminaron en tablas y si bien el Chelsea fue el más beneficiado ya que logró el empate en tiempo de reposición, no hubo ganadores o perdedores. Los invitados finales a Moscú siguen siendo una incógnita, las llaves continúan abiertas.

De ambos juegos se pueden sacar ciertas conclusiones. El Liverpool dejó claro que sabe jugar este torneo a las mil maravillas. Si bien la suerte no lo acompañó pues recibió un autogol en el último minuto, mostró corazón, velocidad, despliegue y sobretodo un importante poder para variar su libreto respecto al rival. Si tienen mayor suerte y no cometen errores pueden buscar su sexto título. En cuanto a los azules, quizás con la salida de Mourinho perdieron coherencia en su juego pero ganaron en lucha y deseo por mostrar al mundo de lo que son capaces.

Por el lado culé no cabe duda que con Messi a plenitud son candidatos incluso frente al todopoderoso Manchester. Se juegan la última baza de la temporada y para ellos no hay otra opción que ganar. Frente a ellos están los diablos rojos, quienes, pese a no mostrar su vertiginosidad de siempre en el Camp Nou, son favoritos por plantilla, juego colectivo y actualidad.

Cada uno deberá apostar a sus virtudes y como se vislumbró en estos dos encuentros, no arriesgar tanto de manera que no puedan perderlo todo.

El azul lo pone a la moda

Es un hecho. Hacer parte del Getafe CF se ha convertido en sinónimo de éxito, fama y gloria. Está claro, todos aquellos relacionados con el club madrileño se han visto beneficiados por un proyecto claro, coherente y honesto. Un plan de trabajo que ha cubierto todos sus estamentos y que los ha conducido a la élite del fútbol español y europeo.

Es que no falta ser un jugador de fútbol para ver elevado su cartel por pertenecer al tercer equipo de Madrid. Tanto entrenadores, directivos e hinchas han visto como la buena campaña a nivel deportivo les ha ganado admiradores por doquier.

Es que nadie pudo empañar el buen nombre ganado por ‘los azulones’ en el Viejo Continente, ni siquiera sus verdugos en la Copa del Rey y la UEFA.

Basta echar un vistazo a aquellos que han pasado por sus filas para darnos cuenta de cuan provechosa fue su estancia en la escuadra azul.

Tomemos a sus tres últimos adiestradores: Quique Sánchez Flores, Bernd Schuster y Michael Laudrup. Tras sobresalientes campañas, los dos primeros se convirtieron en técnicos de renombre y pasaron al Valencia y Real Madrid respectivamente. Por su parte, al danés, con una sola temporada de ensueño, ya se le relaciona con el FC Barcelona o con Dinamarca.

En cuanto a la plantilla de jugadores, la suerte no les ha sido esquiva. Unos emigraron: Pernía fue contratado como estrella por el Atlético de Madrid. Güiza regresó al Mallorca con la cabeza en alto habiendo probado su calidad como bombardero de redes. Otros se consolidaron: Abbondanzieri ganó el Zamora en la temporada 06/07, ‘El Cata’ Díaz se afianzó como defensor de garantías y Cosmin Contra volvió por sus fueros perdidos. Algunos sorprendieron: Albín con su garra charrúa, Uche con su potencia y Kepa con su habilidad. Otros tantos pasaron de promesas a realidades: Granero y de la Red demostraron que fácilmente pueden volver como figuras al Madrid.

Pero, quién se lleva los mayores honores es su presidente: Ángel Torres, quien ya ha sido condecorado por la comunidad madrileña y en Getafe es todo un emblema.

El azul está de moda y pone a la moda. Reconocimiento para un equipo que desde abajo supo construir su fortaleza y nos dejó anonadados con su juego, lucha y carácter, esos que mostró a borbotones en el Alfonso Pérez cuando estuvo a punto de tumbar a los poderosos teutones del Bayern Múnich.

Guía para desmantelar un gran proyecto, por Joan Laporta

Ante los ojos del mundo, el manejo que se le da al fútbol en Europa parece ser el ideal, la panacea del momento. Un modelo casi perfecto al que federaciones y clubes de menor calibre se aferran con tal de mejorar su calidad.

Es cierto, no cabe duda que hay que aprender de ellos, los precursores del fútbol profesional, de su nivel técnico y táctico, su organización, la coherencia de sus proyectos y de sus más que efectivos métodos de entrenamiento. Sí, lo bueno debe imitarse, pero lo malo también conviene corregirse.

Es a través de la cabeza visible del FC Barcelona, Joan Laporta que recibimos una enseñanza de valor inconmensurable. Una detallada guía para desmantelar un robusto proyecto que él mismo ayudó a construir. Una serie de pasos que nuestros directivos, tan propensos a emular lo externo, jamás deben seguir.

Retirar los pilares de la estructura: Dejar a un lado a sus más competentes colaboradores forzándolos irremediablemente a una renuncia anticipada. Casos Rosell, Monés, Bartomeu y Moix.

Manchar la imagen del club con escándalos varios: Protagonizar vergonzosos incidentes. Léase: quedarse en calzoncillos e increpar al personal de seguridad del aeropuerto de El Prat por no dejar de pitar al pasar por un detector de metales. Intentar agredir a un ex empleado del club en una calle de la Ciudad Condal.

Dar a jugadores libertades jamás soñadas: No castigar el comportamiento de jugadores que no se involucran de lleno en sus labores deportivas. Ejemplos sonados: Ronaldinho y Márquez.

Plantar cortinas de humo para cubrir errores: Contratar estrellas con el único fin de calmar a los socios. La muy controvertida llegada de Henry.

Hacer política con el fútbol: Aprovecharse de su posición para pregonar sus ideales políticos. Laporta, un independentista confeso, ha perdido credibilidad como directivo por querer ser el reivindicador de los ideales catalanes.

Querer ser el amo y señor del club: Mantener empleados de bajo perfil que no refuten su proceder. Joan se siente a gusto con entrenadores que no lo contradigan. Ha dejado claro que no traería a Mourinho. Si bien ha dado razones distintas, todos saben que no soportaría a alguien que desafíe su poder.

Atacar al entorno: Arremeter contra la prensa por criticar el desempeño del equipo. En un reciente discurso atacó a aquellos que reprochan su proceder.

Señores directivos, a no cometer estos mismos deslices.

44 años después: ¿La Furia Roja está de vuelta?

El conteo final se acerca, en poco más de dos meses el mundo será testigo de uno de los eventos deportivos de mayor alcance en el planeta, la Eurocopa de Naciones 2008.

Millones de espectadores se paralizarán entre el 7 y el 29 de junio y el mundo girará en torno a un balón. 16 serán los seleccionados invitados a esta fiesta, en tanto Suiza y Austria tendrán el prestigioso papel de anfitriones.

Desde el instante en que se dé el puntapié inicial en Basilea, todos los conjuntos lucharán por levantar la tan ansiada Euro. Y sí, todos buscarán la gloria, pero un onceno en particular lo peleará con más ahínco. Es el caso de España. Una selección que hará cuanto esté a su alcance para reverdecer laureles, esos que supo portar dignamente hace 44 años.

Pese a las críticas previas, los pupilos de Aragonés quieren de una buena vez reubicar el nombre de la Furia Roja en lo más alto del Viejo Continente, un privilegio aparentemente circunscrito a alemanes, franceses, ingleses o italianos.

Más de cuatro décadas bastan. Es hora de emular a aquella mítica escuadra dirigida por José Villalonga que conquistase la Eurocopa del 64. O al menos intentar derrochar el coraje de esa selección del 84 que apenas sucumbió en la final ante el colosal equipo francés de Platini, Tigana, Giresse y Fernández.

Aun cuando los últimos fracasos parecían enturbiar las expectativas del pueblo español, los resultados de la Roja en los más recientes encuentros invitan a soñar con una Eurocopa a ritmo de flamenco.

En la fase previa, España revivió de las cenizas con su triunfo ante Dinamarca por 1-3 y ratificó su momento derrotando 3-0 a Suecia. A partir de ahí todo fue alegría. Ha derrotado a cinco rivales de peso en amistosos: Argentina, Inglaterra, Grecia, Francia e Italia. Un gran presagio.

La escuadra tiene una sólida columna vertebral. Casillas es el cerrojo en el pórtico; Sergio Ramos el polivalente defensor; el medio campo está cubierto con Xavi, Iniesta y Cesc; y en la delantera están Torres, Villa y el joven Bojan.

Pero las miradas apuntan al ‘Sabio de Hortaleza’. Se le cuestionan sus decisiones. El mayor problema es Raúl. Luis no cuenta con él. Si gana a su modo pasará a la historia por su firmeza, si pierde será recordado como aquel senil entrenador que dejó de lado a uno de los más letales delanteros de la historia. Lo único cierto es que un seleccionado que puede obviar a un jugador de la talla de Raúl debe tener el potencial suficiente para triunfar en Europa.

viernes, 4 de julio de 2008

Evadiendo la gloria europea

Resulta irónico que un club que se hace llamar Internacional no pueda conseguir grandes trofeos fuera de su territorio. Parece cómico y hasta trágico que un conjunto fundado para reeditar la valía de jugadores foráneos en contraposición a un Milán que sólo aceptaba italianos, no pueda luego de más de cuatro décadas volver a hacerse con la Champions.

El idilio que tuvo il biscone con esta copa duró muy poco. Si bien no se puede menospreciar el hecho de haber alcanzado dos títulos consecutivos en el 64 y 65 y ser subcampeones en el 67, se debe tener en cuenta que los nerazurri no volvieron a asomarse en una final, con excepción del año 72.

Esta época de grandes triunfos nacionales y sobre todo internacionales se conoce como ‘La Grande Inter’. Se gestó en el mandato presidencial de Angelo Moratti y bajo la conducción técnica del español Helenio Herrera. Con un libreto táctico manejado a la perfección, en el que se destacaba el clásico catenaccio, primero defenderse y luego sí atacar, las victorias no se hicieron esperar. Poseía una defensa de lujo y un mediocampo y ataque letal. Destacaban Picchi, Facchetti, el primer lateral con proyección, 'el arquitecto' Luis Suarez, Mazzola y Jair.

Luego han sido más las tristezas. Tras algunos presidentes, varios entrenadores, cientos de jugadores y millones de liras o euros, el Inter aún se siente opacado por su vecino de patio que sí se ha mantenido en la cima europea. Los resultados mostraban a un niño rico que gastaba su fortuna en dulces exóticos pero que nunca compraba alimentos que lo ayudasen a crecer.

Si bien Mancini le ha devuelto credibilidad al club con la consecución de dos scudettos, poco ha podido hacer para devolverle el trono europeo. A veces el equipo rinde, pero en otras ocasiones tan sólo parece un puñado de viejas figuras ahogadas por la gloria. Solari ya no es el mismo, Figo no tiene el desborde de antaño y Samuel ya no es ‘el muro’ que deslumbrara en la Roma. Aunque cuenta con otros talentos, no le alcanza para vencer a rivales de talla internacional. Sobran joyas y falta quien ponga fin a esa anarquía que por momentos aparece dentro del campo de juego.

Quizás suene exagerado, pero si Massimo Moratti no deja su tozudez y da un vuelco radical a su estrategia de reclutar estrellas a diestra y siniestra sin darse a la tarea de contratar a un entrenador con un verdadero plan de trabajo, me temo mucho que esta racha de derrotas a nivel europeo persistirá por un buen tiempo.

Tras los regates endiablados del 'Chapulín'

Una maravillosa atajada, un espléndido gol o una sencilla jugada, un imborrable recuerdo que nutre la insaciable memoria del fútbol. Es gracias a este retazo de impactantes historias que logramos apreciar su grandeza y la de aquellos que tienen el orgullo de hacer parte de él. Todos nosotros, aficionados al balompié, en algún instante hemos quedado anonadados con cierto prodigio de la redonda que nos ha hecho amar aún más este deporte.

Pero el fútbol continúa y aquellas figuras de antaño no perduran por siempre. Pese a ello nadie nos impide soñar con la reaparición de otrora figuras emblemáticas. Podemos observar en Tévez la determinación que una vez poseyese Cantona, rememorar en el frágil físico de Messi, la magia expresada por la prodigiosa zurda de Maradona o destacar en Benzema la potencia y olfato goleador que alguna vez llevase Ronaldo.
En la actualidad existe un ejemplo que nos permite sonreír por su increíble similitud. Es el caso de Romario y Agüero. El primero está de salida y el segundo apenas ve el inicio de un camino que se antoja promisorio.

Empezando por su menudo tamaño, pasando por su electrizante gambeta y culminando con su mortífero remate de gol, el 'Chapulín' y el 'Kun' parecen dos calcos. Son definidores, resultan potentes, saben jugar en equipo, tienen un amplio abanico de regates y dentro del área se sienten en su hábitat natural.

Ambos han mostrado su valía en elencos de categoría mundial. O baixinho probó sus quilates en el Barcelona, PSV, Valencia y el seleccionado verdeamarelho. En cuanto a Sergio, ya ha sido considerado ídolo de históricos como Independiente, Atlético de Madrid o el mismo seleccionado albiceleste.

Los dos arietes han tenido actuaciones magistrales. Romario deslumbró en aquella jornada en la que guió a los culés a una victoria 5-0 sobre el Madrid, anotando dos tantos, realizando la genial 'cola de vaca' con la que dejó desparramado a Alkorta derivando en uno de los más recordados goles en la Ciudad Condal y erigiéndose como la figura azulgrana por antonomasia. En cuanto al ‘Kun’ su partido de consagración acaeció hace poco, cuando con un juego de ensueño comandó la remontada colchonera ante el poderoso Barcelona.

Romario es pasado, Agüero es presente y futuro. No esperamos mil goles, pero sí le auguramos al crack argentino un camino exitoso. Con él jamás quedará borrado el legado de Romario, nunca hará falta la rúbrica de un mago del área, la firma de Sergio Agüero.

Un inquilino de lujo para el sótano

Cuatro entrenadores en tan sólo seis meses y la zona roja a escasa distancia. Un mal presagio. Es el caso puntual del Zaragoza, un elenco que apuntaba a pelear por todas: la punta en la liga, la Copa del Rey y la Copa UEFA, pero que con el tiempo tuvo que ver como sus objetivos se limitaban considerablemente.

Luego de 26 jornadas la terrible realidad alcanzó al conjunto maño. El fantasma del descenso le empezó a respirar en la nuca. Si bien aún no se lleva el ‘gran premio’, desde luego hace méritos para lograrlo, empata en puntos con el último que asegura un tiquete directo a segunda, el Recreativo de Huelva.

Aunque el Zaragoza no entra en el selecto grupo de históricos como el Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao o Atlético de Madrid, es claro que la escuadra aragonesa hoy por hoy no debería estar luchando por algo tan nimio como la salvación. Ni siquiera el hecho de haber recuperado la categoría, pocos años atrás, salva a los blanquillos de sus responsabilidades para con su afición.

Pero el bajón anímico y deportivo fue sorprendente. Pese a contar con una pareja goleadora altamente efectiva, el resto del equipo no dio la talla. La defensa resultó endeble y el conflicto entre dos de sus estrellas, Aimar y D’Alessandro poco aportó para la armonía dentro del campo. Por si fuera poco, las incorporaciones de lujo no surtieron efecto. Ni Ayala, Pavón o el Luccin lograron encajar en el esquema de juego. Con esta irregularidad, la suerte del equipo fue a parar a los pies de sus delanteros Oliveira y Milito, quienes, no obstante cumplir con su labor no consiguieron levantar todo el peso que caía sobre sus hombros. Perdieron muchos partidos, se alejaron de los puestos de copa, quedaron apeados de la UEFA en primera ronda y cayeron eliminados en la Copa del Rey a instancias del Racing.

Víctor Fernández no reeditó la labor hecha en el torneo inmediatamente anterior y Garitano poco hizo durante su corta instancia en el banquillo. Ni siquiera un ganador como Irureta, recordado por sus años de gloria en el Deportivo, pudo salvar el bote del naufragio.

Ahora el turno para lidiar con un equipo moralmente resquebrajado es de Manolo Villanova, un curtido entrenador que ya tuvo bajo su mando al conjunto blanquillo hace más de 20 años.

Suerte para el cuadro maño porque la liga ibérica no se puede dar el lujo de perder a un séxtuple campeón de la Copa del Rey, ni a un elenco que practica un fútbol directo y exquisito cuando se encuentra a tope.

El reencuentro con la gloria

Problemas en la cúpula directiva, constantes cambios de entrenadores, arribo de elementos que no terminan de encajar y por supuesto temporadas y temporadas sin lograr título alguno. Ocho años sin saborear la victoria final. Una eternidad para un grande como el Tottenham Hotspur.

Es que los Spurs no son un equipo habituado al ostracismo. Si bien no tienen la historia de un Manchester o un Liverpool, su currículo en cuanto a títulos nacionales e internacionales no puede ser demeritado, mucho menos la calidad presente en aquellos jugadores que han portado sus colores.

Como pasar por alto datos tan significativos como los siguientes: primer equipo en el siglo XX en conseguir el doblete (Liga y Copa FA en la temporada 60-61); primer club británico en levantar una copa europea (Recopa de Europa en el 63); y campeón de la Copa de la UEFA en el 72 y 84.

Qué decir del traspaso bomba de los estelares argentinos campeones del mundo Ardiles y Villa; el trasegar de figuras icónicas como Jennings, Hoddle, Gascoigne o Lineker; o el fútbol prodigioso de 'los famosos cinco': Sheringham, Klismann, Bamby, Anderton y Dumitrescu.

De algún tiempo acá el bajón institucional y deportivo se hizo notorio. Los Spurs cayeron en el hoyo. Afortunadamente con la reciente llegada al banco técnico del español Juande Ramos, el club dio un vuelco radical. El manchego movió sus fichas de manera inteligente. Se empapó de información y trajo a su lado al ex spur Gustavo Poyet. Trabajó arduamente en la parte táctica y le otorgó una identidad a su escuadra. En últimas, ejerció una labor psicológica profunda, disciplinó y mentalizó a sus pupilos para ganar. Keane renovó su confianza, Berbatov recobró su innegable olfato goleador, Lennon terminó de pulirse y la pareja King-Woodgate se solidificó.

Esta pletórica recuperación se vio reflejada en el nuevo campo de Wembley cuando un Tottenham ceñido a un perfecto libreto táctico logró hacer añicos el poderoso talonario de Abramovich derrotando 2-1 al Chelsea para alzarse con la Carling Cup y de paso romper una sequía de títulos que se remontaba al año 99.

El maleficio tocó fin. Sus jugadores emblema reencontraron el nivel y la disciplina táctica impuesta por el adiestrador español caló en todas sus líneas. Con un título en el bolsillo los de White Hart Lane se plantean nuevos retos: recuperar posiciones en la Premier y pelear hasta el final una copa tan importante como la UEFA.

Amado u odiado pero jamás olvidado

Aquél que dedica su vida a correr detrás de un balón y se mata por los colores del equipo que defiende. Ese personaje real que niños y jóvenes idolatran e incluso muchos mayores endiosan. Sí, ese es el jugador de fútbol. Principal protagonista de este deporte y el único que posee la fabulosa facultad de hacernos vivir el día más glorioso o la jornada más penosa.

Pero los futbolistas no son iguales. Existen los respetados incluso por los rivales, los que pasan desapercibidos y desde luego, la gama más particular, aquellos que generan pasiones encontradas y simplemente no pueden recibir un concepto neutro. Se les ama o se les odia.

Sin demeritar a figuras que a base de talento, trabajo y sobretodo clase, se ganaron el respeto y la admiración de propios y extraños, los verdaderos animadores de este deporte pasional no son más que aquellos futbolistas que generan sentimientos diametralmente opuestos, personajes que si bien pueden camuflarse como ángeles, sin dificultad también lo harían como demonios. Sin ellos no podríamos tener aquellas alteradas pero necesarias discusiones con el vecino, ni introducirnos en ese emocionante mundo del fútbol donde la apatía no tiene cabida.

Aunque varios pueden entrar en esta peculiar categoría, tres de ellos sobresalen. Uno aún juega al máximo nivel, el otro se encuentra retirado y el último se mantiene en el anonimato de una divisional de ascenso mientras quema sus últimos cartuchos.

Son los casos del español Guti, el paraguayo Chilavert y el italiano Di Canio. El primero es un genio capaz de realizar jugadas magistrales y salvar un partido con su talento. También puede perderse y pasar inadvertido. Pareciese ser anárquico, rebelde y tan sólo esperar el beneficio propio. La mayoría de madridistas lo consideran un baluarte, mientras otros tantos piensan lo contrario. No ayuda su mal carácter.

El caso del portero goleador es un tanto distinto, ni en su país, ni en los equipos que defendió fue resistido o vilipendiado. Nadie duda del amor que le profesaba su hinchada por sus tapadas, sus goles o su liderazgo. En cambio en los rivales despertaba odio por su aparente arrogancia y grosería.

El tema de Di Canio es más complejo. Fue ídolo de escuadras por su clase y también odiado por sus polémicas. Polarizó a Italia cuando tras un gol decidió hacer el saludo fascista. Es capaz de lo mejor (ganar el galardón FIFA al juego limpio) y de lo peor (empujar a un árbitro tras ser expulsado).

Gracias a todos ellos y sus similares, sin su aporte el fútbol no alcanzaría el sitial que se merece. Sería mucho menos humano.

Proyectos, de eso si que saben los ingleses

Pese a vivir en una sociedad inmediatista donde los resultados mandan, la carencia de un proceso puede llevar a un equipo a la ruina. La paciencia es una virtud que perentoriamente debería tener cualquier junta directiva de un club que desee triunfar. Es que desestimar la valía de un trabajo constante y bien preparado es un error garrafal.

Por eso, si de proyectos se trata, no cabe duda que los ingleses son los más indicados para tocar el tema. Por eso, que mejor que 3 personajes que den muestra de ello: Ferguson en el Manchester United, Wenger en el Arsenal y Moyes en el Everton.

La historia de los diablos rojos de Manchester está indisolublemente unida a la de Ferguson. Casi 22 años al mando le han permitido a Sir Alex convertirse en el entrenador con más títulos en la historia del fútbol inglés. Incluso se ha dado el lujo de conseguir en 1999 el anhelado trébol (Liga, Copa FA y Champions). Ni siquiera la llegada del magnate Frazier puso en entredicho su puesto.
En su caso, la clave del éxito ha sido su trabajo en equipo. Para él no existen jugadores imprescindibles, no acepta conflictos internos y su manera de entrenar es metódica.

En cuanto a Arsène Wenger, casi 12 años en el Arsenal le han valido para ser considerado el entrenador más exitoso en la historia del conjunto londinense. Un profesional en todos los aspectos. Ingeniero, políglota y excelente motivador. Un arquitecto de grandes proyectos. Con su sapiencia arribaron las bases para una escuadra ganadora: Campbell, Ljungberg, Henry y Pires. El francés probó su talento siendo protagonista de las contrataciones de otrora desconocidos como Vieira, Fabregas, Van Persie o Touré; la recuperación de veteranos como Bergkamp y Adams; y la consolidación de una estrella como Henry.
Cabe rescatar ante todo su trabajo estructural. El francés logró imponer un régimen de entrenamiento eficiente y una dieta libre de basura. Su mayor aporte es el carácter de conjunto implantado al equipo. Algo que ni la salida de Henry pudo afectar.

Son casi 6 años al mando del Everton los que lleva el escocés David Moyes. Tiempo que le ha servido para recibir el premio al entrenador del año en el 2003 y 2005. Su arduo trabajo, su acondicionamiento físico y su carisma como líder, ha rendido frutos, El cuadro azul de Liverpool ya es un equipo élite en Inglaterra. Pese a no tener abundantes fondos logró hacer mejoras y descubrimientos como los de Rooney, Johnson, o Yakubu.

Por su puesto, los números mandan y un entrenador en un año puede sacar a un equipo campeón, pero sin un proceso ese club jamás podrá ser un ejemplo y menos entrar en las páginas doradas del futbol mundial.

Héroes de una selección invisible

Ha llegado el momento para rescatar la labor de aquellos jugadores que por el azar del destino nacieron en un país inexistente en lo que a fútbol se refiere. Figuras de talento que de haber visto la luz en otro lugar del planeta muy seguramente habrían hecho parte de las páginas doradas de mundiales y copas continentales.

Virtuosos del balón, auténticos héroes en solitario que debieron forjar su camino a base de trabajo, pundonor pero sobretodo de mucha calidad para hacerse notar en un mundo deportivo que parecía no haber sido hecho a su medida. Valerosos errantes que decidieron emigrar a clubes foráneos para derrochar ese talento que no pudieron expresar en su país por no estar rodeados de jugadores que entendieran el fútbol a su manera.

En este rubro no deben faltar dos históricos que fácilmente pueden entrar en la lista de los futbolistas más destacados de la historia. El liberiano Weah y el norirlandés Best. Mientras el africano se convirtió en el primer jugador no europeo en ganar el Balón de Oro, el británico labró una majestuosa historia en el Manchester United. Weah fue considerado el ‘9’ perfecto. Alto, potente, buena gambeta y con el arco contrario dibujado entre ceja y ceja. Triunfó en el Milán y supo alejar el recuerdo de un tal Van Basten. En cuanto a Best, pese a sus polémicas, mostró su calidad. Creía ciegamente en su capacidad y no temía demostrarlo ante un furibundo grupo de defensores.

Existen más casos aun cuando no tan majestuosos. Dos finlandeses: Litmanen, un mago que hizo parte del Ajax que conquistó la Copa de Europa 94-95 y el férreo defensor del Liverpool Hyypia, conocido por su fortaleza y experiencia; tres galeses que brillaron en Inglaterra: Giggs como punta de lanza del Manchester United, Toshak formando el dúo dinámico junto a Keegan en el Liverpool y Bellamy; dos oriundos de Georgia, el ex-Ajax Arveladze y el fabuloso defensor del Milán Kaladze; el goleador del Olympiacos, el chipriota Konstantinou; el lituano Jankauskas, un sustituto de lujo en el Porto Campeón de Europa bajo el mando de Mourinho; Kallon quien brillase por instantes en el Inter, pero que poco pudo hacer por su natal Sierra Leona. Los arietes Nonda, y LuaLua, quienes se pasearon con éxito por el Viejo Continente pero no pudieron descollar en un mundial debido a la inferioridad de la selección de la Rep. Democrática del Congo.

Un reconocimiento a estos hombres por luchar contra la corriente y demostrarle al mundo del fútbol que no sólo en países de tradición nacen estrellas del deporte.

Más que una figura decorativa

Es cierto, el verdadero protagonista de este maravilloso y adictivo espectáculo que denominamos fútbol es el jugador. Sin embargo, no es el único participante de la fiesta. Jamás se debe olvidar la valía de un entrenador. Eso sería un error garrafal. Este deporte es colectivo, por tal, una suma de individualidades sin orden ni cabeza visible difícilmente podrá conformar un equipo competitivo. Los que se visten de cortos son los encargados de mover el balón dentro del campo de juego pero es el técnico quien maneja los hilos.

Por eso es una blasfemia destacar la Italia del 34 y 38 sin mencionar a Vittorio Pozzo, o una herejía hablar de ‘la naranja mecánica’ sin tocar el nombre de Rinus Michels; es impensable desligar a Sacchi del Milán, Cruyff del Barcelona o el mismo Ferguson del Manchester.

Y, como tantos en el pasado, en la actualidad varios entrenadores han logrado revertir el desempeño de su escuadra otorgándole una identidad.

En Argentina, Gustavo Alfaro con mucha seriedad logró hacer del Arsenal de Sarandí un conjunto compacto, ordenado, agresivo y muy táctico. Con esta estructura de trabajo pasó de ser un equipo pequeño a campeón de la Copa Sudamericana. Ramón Díaz logró convertir a San Lorenzo en un plantel de talla, con su liderazgo y sus movimientos tácticos.

En Europa tampoco escasean los de este género. José Mourinho con mucha sapiencia supo sacar avante al Porto y al Chelsea. Su carisma, su habilidad para motivar jugadores, pero sobre todo su capacidad de análisis del juego propio y ajeno lo llevaron a ser considerado un emblema de ambos oncenos; Pellegrini conjugando velocidad y precisión, pero dándole margen a la imaginación de sus pupilos logró llevar al Villarreal a puestos de honor; Paul Le Guen con su modelo ofensivo y lleno de libertades le dio estatus de grande al Lyon en Francia y Europa; Juande Ramos con disciplina, orden táctico y psicología deportiva encumbró a los ‘andaluces’ en lo más alto del fútbol europeo, sin mencionar el cambio de imagen que ha hecho en el Tottenham en poco tiempo. Pero no son sólo éstos, también se puede contar a Rafa Benítez, un incansable trabajador y estudioso del tema que triunfó en el Valencia y en el Liverpool; Felipao que logró hacer de una anárquica Portugal llena de estrellas, un equipo obediente y triunfador; Wegner, un abanderado de la cantera que marcó una era en los ‘gunners’, dándole una identidad, con el trabajo colectivo y toque a ras de suelo, sin perder la exquisita puntada final que caracteriza a todo onceno inglés.

Ellos son más que una figura decorativa, son los magos del banquillo.

lunes, 28 de enero de 2008

Beneficio Mutuo

Al parecer la redonda no sólo la mueven los sutiles toques de un botín, el dinero se hace cada vez más dueño de su tendencia y es el encargado de controlar su dirección. Es cierto, el fútbol es un negocio y como tal resulta evidente en él la ley de la oferta y demanda. Unos venden y otros compran, y al parecer, unos ganan y otros dilapidan. O es mucho dinero por tan poco jugador, o por el contrario, su valor resulta nimio en comparación a los dividendos que puede ofrecer el futbolista. La suerte parece ser la única juez de las decisiones que toman los máximos jerarcas del fútbol.

En la actualidad dos negocios han saltado a la palestra por ser la excepción que confirma la regla. Las millonarias transacciones Atlético de Madrid-Liverpool y Arsenal-Barcelona. En concreto, el cambio de aire de dos arietes goleadores, ‘El niño’ Torres y ‘Tití’ Henry.

A primera vista nadie tenía plena certeza de quien había triunfado. Si bien los ‘colchoneros’ recibían una generosa cantidad, perdían al amado de la hinchada del Calderón. Arsenal dejaba escapar a su eterno ídolo, pero conseguía mucho más del capital esperado por un veterano de 30 años. Liverpool acogía a un anotador de raza devaluado y Barcelona a una estrella en declive. Alguno tendría que perder, ¿compradores o vendedores?

Ni lo uno ni lo otro. A Torres, pocos meses le bastaron para mostrar su eximio talento. Un nuevo equipo, una nueva vida. Sin el peso de llevar una escuadra a hombros, con la confianza de Benítez y la ayuda de sus compañeros, Anfield se rindió a sus pies. En cuanto a su amado Atlético, la situación resultó mucho mejor de lo esperado. Con las nuevas incorporaciones el juego en conjunto se disparó a un nivel incomparable. El pundonor y equilibrio de Raúl García, la juventud de Jurado, la versatilidad de Luis García, el ingenio y la imparable gambeta del ‘Kun’ Agüero, la potencia de Maxi, el aporte ofensivo de Forlán, la velocidad de Simão y la pegada de Reyes.

Por el otro lado, los ‘gunners’ demostraron que no eran sólo el equipo de Henry, el onceno plagado de talento despertó en todas su líneas. Muchos jugadores evolucionaron, Cesc tomó la batuta, Hleb se prodigó en talento, Flamini se multiplicó y los goles reaparecieron de la mano de Adebayor y Eduardo da Silva. Por último Henry. Las lesiones le jugaron una mala pasada pero con el tiempo retomó su liderazgo, se sintió importante y demostró que está capacitado para asumir el mando de los blaugranas.

Dos negocios redondos, benéficos para todos los equipos, y mejor aún, benéficos para el fútbol

(Fragmento de esta columna se encuentra publicado en el diario El País de Cali 25/01/2008).

martes, 22 de enero de 2008

Todos los balones apuntan a África

Puede no tener el despliegue mediático de una Eurocopa de Naciones, ni siquiera la antigüedad y el calibre de una Copa América, pero eso sí, lo que le sobra es talento y pundonor. Este evento no es otro más que la Copa Africana de Naciones. Un suceso futbolístico que debe paralizar al mundo del fútbol y a todos los interesados en el dulce movimiento de la redonda. Un acontecimiento que sopesa su falta de historia y publicidad con gran dosis de agresividad, velocidad, depurada técnica e inigualable clase.

Tal es su impacto en el mundo del fútbol que este torneo que dará inicio el 20 de enero en Ghana, puede dejar tambaleando a las más importantes ligas europeas. ¡Cómo no! El éxodo masivo de jugadores es impresionante en sus principales torneos. Más de 150 futbolistas deben marcharse.

Pero, y ¿por qué resulta interesante voltear la mirada al continente africano, si las ligas del mundo siguen su normal trasegar? Primero, este torneo lleva más de cincuenta años jugándose. Segundo, la alta competencia de todas las selecciones, sus esquemas y su calidad. Tercero, los grandes momentos que han marcado su historia. Vale recordar cómo Roger Milla derrochó talento junto a los “leones indomables” en el 86; cómo en el 92 brilló el ghanés Abedi Pelé, el nigeriano Yekini y el imbatido portero marfileño Gouamene; la forma en que las Súper Águilas lograron el cetro en el 94 o el poderío con que Camerún arrasó en el 2000 y 2002 gracias a Eto’o, Mboma y el malogrado Marc-Vivien Foe.

La edición 2008 no parece quedarse atrás en cuanto al brillo de su juego. Todos los seleccionados vienen con sus más encumbradas figuras.

En cuanto a los favoritos hay que destacar a Camerún. Una columna vertebral sólida, formada por un portero de garantías, Kameni, un defensa eficiente, Rigobert Song, un volante talentoso, Alexandre Song, y un delantero goleador, Eto’o. Como candidato también está Costa de Marfil. Posee un portento defensivo como Kolo Touré, dos veloces laterales como Eboué y Boka, el equilibrio de Yaya Touré, la vertiginosidad de Kalou y la potencia de Drogba. Ghana destaca por su mediocampo conformado por Essien y Appiah, y Nigeria por su ofensiva formada por Obi Mikel, Kanu, Uche y Martins. Senegal es de los grandes y Diouf y Camara quieren reeditarlo. Egipto es el actual campeón pero pocos lo dan como favorito. Malí puede ser la sorpresa, si logra avanzar en su grupo. Comandado por Diarra, Keita, Sissoko, y Kanouté, es una amenaza para cualquier equipo.

Esperemos que las expectativas se cumplan, los grandes brillen, las promesas de buen fútbol se den y por supuesto, que gane el mejor.

(Fragmento de esta columna se encuentra publicado en el diario El País de Cali 18/01/2008)

jueves, 10 de enero de 2008

El eterno dilema: ¿Existe el nuevo Redondo?

Elegancia, porte, carisma, personalidad y sobre todo profundos valores éticos y morales. La perfecta definición de un caballero del fútbol y de la vida. Calificativos que calzan a la medida de Fernando Redondo, ‘El Príncipe de Madrid’.

Con la eclosión de juveniles de talento como Banega, Gago o Mascherano, el nombre de este ex jugador vuelve a estar en boca de todos. ¿Alguno de ellos seguirá su estela? o ¿simplemente no habrá otro como él?

Es que con sus 1.86 metros de estatura, Redondo ha entrado en los anales de la historia del fútbol. Con clase se ha hecho con un puesto entre los grandes. Está claro que si para definir al defensa ideal se menciona a Beckenbauer, o si al hablar de volantes de armado se destacan a Pelé o Maradona no cabe la menor duda que el nombre de este argentino va indisolublemente unido al del número ‘5’, a ese volante de corte defensivo pero técnico, de carácter combativo pero con gran salida.

Tal ha sido el legado de este eximio futbolista, que cuanto jugador gaucho aparece con similares características, se le quiere hacer ver como su sucesor.
Pasan buenos, regulares y malos jugadores pero a ninguno le ha calzado la corona que dejó vacante Redondo.

Primero apareció Cambiasso, un volante central de gran talento y despliegue ofensivo. Un experto recuperador de balones. Pese a que ha triunfado en sus equipos, no ha sido el líder. Por edad le sigue Mascherano, un clásico mediocampista central con más quite que salida al ataque. Aun cuando las labores ofensivas no son su cualidad, en el seleccionado argentino se ha destapado con varios goles.

De cerca le siguen Gago y Banega. El primero es un jugador bastante técnico que derrocha ganas, maneja el balón con la cabeza levantada y tiene mucho criterio para leer el juego. Pasó por Boca con éxito y ahora debe ratificar su nivel en el Madrid. Ever, pese a ser el más joven tiene un futuro extraordinario por delante. En Boca jugó como clásico ‘5’, pero en el mundial sub-20 demostró que puede rendir al máximo nivel si le dejan jugar más adelante.

Las semejanzas están ahí, Gago tiene su porte y elegancia, Mascherano su combatividad y posicionamiento, Cambiasso su llegada al área y Banega su visión de campo. En conclusión, grandes jugadores que aún les falta recorrido para alcanzar al mejor jugador de la Champions 2000, a ese fenómeno que nos maravilló en el Old Trafford, cuando se dio el lujo de realizar la jugada del partido con la que se definió la serie. Una majestuosa autohabilitación de taco y un magistral pase para que Raúl definiera a puerta vacía. Manchester 2 Madrid 3 y ‘El Teatro de los Sueños’ a sus pies. En Milán renunció a su sueldo por estar lesionado. Un auténtico Crack.

(Fragmento de esta columna se encuentra publicado en el diario El País de Cali 10/01/2008)