sábado, 5 de julio de 2008

Guía para desmantelar un gran proyecto, por Joan Laporta

Ante los ojos del mundo, el manejo que se le da al fútbol en Europa parece ser el ideal, la panacea del momento. Un modelo casi perfecto al que federaciones y clubes de menor calibre se aferran con tal de mejorar su calidad.

Es cierto, no cabe duda que hay que aprender de ellos, los precursores del fútbol profesional, de su nivel técnico y táctico, su organización, la coherencia de sus proyectos y de sus más que efectivos métodos de entrenamiento. Sí, lo bueno debe imitarse, pero lo malo también conviene corregirse.

Es a través de la cabeza visible del FC Barcelona, Joan Laporta que recibimos una enseñanza de valor inconmensurable. Una detallada guía para desmantelar un robusto proyecto que él mismo ayudó a construir. Una serie de pasos que nuestros directivos, tan propensos a emular lo externo, jamás deben seguir.

Retirar los pilares de la estructura: Dejar a un lado a sus más competentes colaboradores forzándolos irremediablemente a una renuncia anticipada. Casos Rosell, Monés, Bartomeu y Moix.

Manchar la imagen del club con escándalos varios: Protagonizar vergonzosos incidentes. Léase: quedarse en calzoncillos e increpar al personal de seguridad del aeropuerto de El Prat por no dejar de pitar al pasar por un detector de metales. Intentar agredir a un ex empleado del club en una calle de la Ciudad Condal.

Dar a jugadores libertades jamás soñadas: No castigar el comportamiento de jugadores que no se involucran de lleno en sus labores deportivas. Ejemplos sonados: Ronaldinho y Márquez.

Plantar cortinas de humo para cubrir errores: Contratar estrellas con el único fin de calmar a los socios. La muy controvertida llegada de Henry.

Hacer política con el fútbol: Aprovecharse de su posición para pregonar sus ideales políticos. Laporta, un independentista confeso, ha perdido credibilidad como directivo por querer ser el reivindicador de los ideales catalanes.

Querer ser el amo y señor del club: Mantener empleados de bajo perfil que no refuten su proceder. Joan se siente a gusto con entrenadores que no lo contradigan. Ha dejado claro que no traería a Mourinho. Si bien ha dado razones distintas, todos saben que no soportaría a alguien que desafíe su poder.

Atacar al entorno: Arremeter contra la prensa por criticar el desempeño del equipo. En un reciente discurso atacó a aquellos que reprochan su proceder.

Señores directivos, a no cometer estos mismos deslices.

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