Pese a vivir en una sociedad inmediatista donde los resultados mandan, la carencia de un proceso puede llevar a un equipo a la ruina. La paciencia es una virtud que perentoriamente debería tener cualquier junta directiva de un club que desee triunfar. Es que desestimar la valía de un trabajo constante y bien preparado es un error garrafal.
Por eso, si de proyectos se trata, no cabe duda que los ingleses son los más indicados para tocar el tema. Por eso, que mejor que 3 personajes que den muestra de ello: Ferguson en el Manchester United, Wenger en el Arsenal y Moyes en el Everton.
La historia de los diablos rojos de Manchester está indisolublemente unida a la de Ferguson. Casi 22 años al mando le han permitido a Sir Alex convertirse en el entrenador con más títulos en la historia del fútbol inglés. Incluso se ha dado el lujo de conseguir en 1999 el anhelado trébol (Liga, Copa FA y Champions). Ni siquiera la llegada del magnate Frazier puso en entredicho su puesto.
En su caso, la clave del éxito ha sido su trabajo en equipo. Para él no existen jugadores imprescindibles, no acepta conflictos internos y su manera de entrenar es metódica.
En cuanto a Arsène Wenger, casi 12 años en el Arsenal le han valido para ser considerado el entrenador más exitoso en la historia del conjunto londinense. Un profesional en todos los aspectos. Ingeniero, políglota y excelente motivador. Un arquitecto de grandes proyectos. Con su sapiencia arribaron las bases para una escuadra ganadora: Campbell, Ljungberg, Henry y Pires. El francés probó su talento siendo protagonista de las contrataciones de otrora desconocidos como Vieira, Fabregas, Van Persie o Touré; la recuperación de veteranos como Bergkamp y Adams; y la consolidación de una estrella como Henry.
Cabe rescatar ante todo su trabajo estructural. El francés logró imponer un régimen de entrenamiento eficiente y una dieta libre de basura. Su mayor aporte es el carácter de conjunto implantado al equipo. Algo que ni la salida de Henry pudo afectar.
Son casi 6 años al mando del Everton los que lleva el escocés David Moyes. Tiempo que le ha servido para recibir el premio al entrenador del año en el 2003 y 2005. Su arduo trabajo, su acondicionamiento físico y su carisma como líder, ha rendido frutos, El cuadro azul de Liverpool ya es un equipo élite en Inglaterra. Pese a no tener abundantes fondos logró hacer mejoras y descubrimientos como los de Rooney, Johnson, o Yakubu.
Por su puesto, los números mandan y un entrenador en un año puede sacar a un equipo campeón, pero sin un proceso ese club jamás podrá ser un ejemplo y menos entrar en las páginas doradas del futbol mundial.
viernes, 4 de julio de 2008
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