Ha llegado el momento para rescatar la labor de aquellos jugadores que por el azar del destino nacieron en un país inexistente en lo que a fútbol se refiere. Figuras de talento que de haber visto la luz en otro lugar del planeta muy seguramente habrían hecho parte de las páginas doradas de mundiales y copas continentales.
Virtuosos del balón, auténticos héroes en solitario que debieron forjar su camino a base de trabajo, pundonor pero sobretodo de mucha calidad para hacerse notar en un mundo deportivo que parecía no haber sido hecho a su medida. Valerosos errantes que decidieron emigrar a clubes foráneos para derrochar ese talento que no pudieron expresar en su país por no estar rodeados de jugadores que entendieran el fútbol a su manera.
En este rubro no deben faltar dos históricos que fácilmente pueden entrar en la lista de los futbolistas más destacados de la historia. El liberiano Weah y el norirlandés Best. Mientras el africano se convirtió en el primer jugador no europeo en ganar el Balón de Oro, el británico labró una majestuosa historia en el Manchester United. Weah fue considerado el ‘9’ perfecto. Alto, potente, buena gambeta y con el arco contrario dibujado entre ceja y ceja. Triunfó en el Milán y supo alejar el recuerdo de un tal Van Basten. En cuanto a Best, pese a sus polémicas, mostró su calidad. Creía ciegamente en su capacidad y no temía demostrarlo ante un furibundo grupo de defensores.
Existen más casos aun cuando no tan majestuosos. Dos finlandeses: Litmanen, un mago que hizo parte del Ajax que conquistó la Copa de Europa 94-95 y el férreo defensor del Liverpool Hyypia, conocido por su fortaleza y experiencia; tres galeses que brillaron en Inglaterra: Giggs como punta de lanza del Manchester United, Toshak formando el dúo dinámico junto a Keegan en el Liverpool y Bellamy; dos oriundos de Georgia, el ex-Ajax Arveladze y el fabuloso defensor del Milán Kaladze; el goleador del Olympiacos, el chipriota Konstantinou; el lituano Jankauskas, un sustituto de lujo en el Porto Campeón de Europa bajo el mando de Mourinho; Kallon quien brillase por instantes en el Inter, pero que poco pudo hacer por su natal Sierra Leona. Los arietes Nonda, y LuaLua, quienes se pasearon con éxito por el Viejo Continente pero no pudieron descollar en un mundial debido a la inferioridad de la selección de la Rep. Democrática del Congo.
Un reconocimiento a estos hombres por luchar contra la corriente y demostrarle al mundo del fútbol que no sólo en países de tradición nacen estrellas del deporte.
viernes, 4 de julio de 2008
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