Al parecer, para que un jugador de fútbol sea considerado como una estrella, múltiples factores deben entrar en escena. El elemento preponderante debe ser el talento, léase embelesar a la fanaticada con su juego. El susodicho también debe tener una imagen reconocida fuera del ámbito futbolístico, debe ser mediático. No puede estar ajeno a los escándalos ni tampoco ausentarse largo tiempo de las portadas de la prensa rosa. Resulta obligatorio que coquetee con los elencos rivales de manera que pueda venderse al mejor postor.
Por supuesto, hay excepciones, no todos cumplen las citadas ‘cualidades’, pero en este rubro tenemos algunos ejemplos. Ronaldinho, Ronaldo, Adriano y Robinho. Nadie niega que son unos superdotados para mover la pelota y es cierto que cuando están en forma nadie los para. Y sí, es maravilloso ver un regate de Ronnie, un lujo del luso, una definición del ‘Emperador’ o un par de bicicletas del madridista, pero resulta atroz ver la actual prominente barriga de Ronaldinho a causa de sus antojos, el feo oportunismo de Ronaldo para con su actual equipo y las fiestas sin fin en las que se ven envueltos Adriano y Robinho.
Si bien el talento es necesario y la imagen resulta importante, hay otros factores que deben ser los que marquen la pauta a la hora de encumbrar a los ídolos del balompié actual. La perseverancia, el liderazgo, la efectividad y el pundonor para defender tanto a su selección nacional como a su club.
La Euro sirvió para reconocer el talento de un ‘crack’ que se sale de los parámetros típicos. Un hombre que prefiere la sombra, Xavi Hernández. Un catalán que defiende los colores azulgranas como ninguno, pero que no se ahorra una gota de sudor para con la camiseta española.
Trabajador incansable, talentoso hasta la saciedad y con una inteligencia única para encontrar a sus compañeros y dejarlos en inmejorable posición de cara al gol. Sabe atacar, marcar y cuidar las espaldas de sus compañeros, dueño de un potente remate que utiliza para rescatar a su equipo cuando carece de definición. Exquisito en su manera de jugar al fútbol. Van Gaal lo hizo debutar en el 98 pues para él, el de Terrassa era el mejor organizador. Guardiola, su actual entrenador, quedó anonadado ante tanta calidad, en su momento dijo que sería Xavi quien lo jubilaría y así fue.
¡Grande Xavi! Un verdadero ‘crack’.
sábado, 12 de julio de 2008
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