martes, 22 de enero de 2008

Todos los balones apuntan a África

Puede no tener el despliegue mediático de una Eurocopa de Naciones, ni siquiera la antigüedad y el calibre de una Copa América, pero eso sí, lo que le sobra es talento y pundonor. Este evento no es otro más que la Copa Africana de Naciones. Un suceso futbolístico que debe paralizar al mundo del fútbol y a todos los interesados en el dulce movimiento de la redonda. Un acontecimiento que sopesa su falta de historia y publicidad con gran dosis de agresividad, velocidad, depurada técnica e inigualable clase.

Tal es su impacto en el mundo del fútbol que este torneo que dará inicio el 20 de enero en Ghana, puede dejar tambaleando a las más importantes ligas europeas. ¡Cómo no! El éxodo masivo de jugadores es impresionante en sus principales torneos. Más de 150 futbolistas deben marcharse.

Pero, y ¿por qué resulta interesante voltear la mirada al continente africano, si las ligas del mundo siguen su normal trasegar? Primero, este torneo lleva más de cincuenta años jugándose. Segundo, la alta competencia de todas las selecciones, sus esquemas y su calidad. Tercero, los grandes momentos que han marcado su historia. Vale recordar cómo Roger Milla derrochó talento junto a los “leones indomables” en el 86; cómo en el 92 brilló el ghanés Abedi Pelé, el nigeriano Yekini y el imbatido portero marfileño Gouamene; la forma en que las Súper Águilas lograron el cetro en el 94 o el poderío con que Camerún arrasó en el 2000 y 2002 gracias a Eto’o, Mboma y el malogrado Marc-Vivien Foe.

La edición 2008 no parece quedarse atrás en cuanto al brillo de su juego. Todos los seleccionados vienen con sus más encumbradas figuras.

En cuanto a los favoritos hay que destacar a Camerún. Una columna vertebral sólida, formada por un portero de garantías, Kameni, un defensa eficiente, Rigobert Song, un volante talentoso, Alexandre Song, y un delantero goleador, Eto’o. Como candidato también está Costa de Marfil. Posee un portento defensivo como Kolo Touré, dos veloces laterales como Eboué y Boka, el equilibrio de Yaya Touré, la vertiginosidad de Kalou y la potencia de Drogba. Ghana destaca por su mediocampo conformado por Essien y Appiah, y Nigeria por su ofensiva formada por Obi Mikel, Kanu, Uche y Martins. Senegal es de los grandes y Diouf y Camara quieren reeditarlo. Egipto es el actual campeón pero pocos lo dan como favorito. Malí puede ser la sorpresa, si logra avanzar en su grupo. Comandado por Diarra, Keita, Sissoko, y Kanouté, es una amenaza para cualquier equipo.

Esperemos que las expectativas se cumplan, los grandes brillen, las promesas de buen fútbol se den y por supuesto, que gane el mejor.

(Fragmento de esta columna se encuentra publicado en el diario El País de Cali 18/01/2008)

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