Una maravillosa atajada, un espléndido gol o una sencilla jugada, un imborrable recuerdo que nutre la insaciable memoria del fútbol. Es gracias a este retazo de impactantes historias que logramos apreciar su grandeza y la de aquellos que tienen el orgullo de hacer parte de él. Todos nosotros, aficionados al balompié, en algún instante hemos quedado anonadados con cierto prodigio de la redonda que nos ha hecho amar aún más este deporte.
Pero el fútbol continúa y aquellas figuras de antaño no perduran por siempre. Pese a ello nadie nos impide soñar con la reaparición de otrora figuras emblemáticas. Podemos observar en Tévez la determinación que una vez poseyese Cantona, rememorar en el frágil físico de Messi, la magia expresada por la prodigiosa zurda de Maradona o destacar en Benzema la potencia y olfato goleador que alguna vez llevase Ronaldo.
En la actualidad existe un ejemplo que nos permite sonreír por su increíble similitud. Es el caso de Romario y Agüero. El primero está de salida y el segundo apenas ve el inicio de un camino que se antoja promisorio.
Empezando por su menudo tamaño, pasando por su electrizante gambeta y culminando con su mortífero remate de gol, el 'Chapulín' y el 'Kun' parecen dos calcos. Son definidores, resultan potentes, saben jugar en equipo, tienen un amplio abanico de regates y dentro del área se sienten en su hábitat natural.
Ambos han mostrado su valía en elencos de categoría mundial. O baixinho probó sus quilates en el Barcelona, PSV, Valencia y el seleccionado verdeamarelho. En cuanto a Sergio, ya ha sido considerado ídolo de históricos como Independiente, Atlético de Madrid o el mismo seleccionado albiceleste.
Los dos arietes han tenido actuaciones magistrales. Romario deslumbró en aquella jornada en la que guió a los culés a una victoria 5-0 sobre el Madrid, anotando dos tantos, realizando la genial 'cola de vaca' con la que dejó desparramado a Alkorta derivando en uno de los más recordados goles en la Ciudad Condal y erigiéndose como la figura azulgrana por antonomasia. En cuanto al ‘Kun’ su partido de consagración acaeció hace poco, cuando con un juego de ensueño comandó la remontada colchonera ante el poderoso Barcelona.
Romario es pasado, Agüero es presente y futuro. No esperamos mil goles, pero sí le auguramos al crack argentino un camino exitoso. Con él jamás quedará borrado el legado de Romario, nunca hará falta la rúbrica de un mago del área, la firma de Sergio Agüero.
viernes, 4 de julio de 2008
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