Llegó la fecha. El momento esperado por todos aquellos que disfrutan de un espléndido plato futbolístico. El instante propicio para los verdaderos hinchas del fútbol, los que pintan sus rostros, entonan cánticos, vibran con el papel picado, pero sobre todo para los que se emocionan con el blanco y el azulgrana. Sí, este domingo se juega un Barça-Madrid.
Y no es sólo en Europa, es en el mundo entero donde se paraliza el diario vivir, donde se hacen apuestas, se escuchan bromas entre hinchas contrarios y cuando se acerca la hora, se ubican frente al televisor para conocer las incidencias de este magno evento. Es que es el clásico de los acérrimos rivales. El duelo entre blaugranas y blancos, madridistas y culés. Nosotros, los meros observadores, seremos testigos privilegiados de una verdadera obra de arte en el gramado del Camp Nou.
Para ningún bando cabe la derrota. No importa la posición o el presente futbolístico de los equipos, porque clásico es clásico y más si es el derbi español. Esto lo tienen muy claro dos personajes. Schuster, actual entrenador de los blancos y Neeskens, segundo al mando de los blaugranas. Ambos, hace varios años atrás, se vistieron de cortos y defendieron los colores de estos equipos. El holandés, portó con orgullo la casaca azulgrana. En cambio ‘El Ángel Rubio’ vivió este cotejo desde ambos costados.
Si bien los de Chamartín no ganan en la ciudad condal desde el 2003, los catalanes tampoco han hecho lo propio en su feudo desde el 2004. Por eso, la cosa está pareja, el 1-1 del 2005 y el vibrante 3-3 con que se cerró el clásico la pasada temporada así lo demuestran. Los últimos vencedores fueron los madridistas, pero el 0-3 en el Bernabéu aún sigue latente en el corazón de los blancos.
Cabe decir que el Madrid viene en mejor forma que el Barcelona. Los de la capital se encuentran motivados por haber conseguido los puntos necesarios para terminar el año al tope de la tabla, Robinho está mejorando y Raúl está rejuvenecido. En cambio el Barcelona se encuentra en un mal momento, Messi se lesionó y Ronaldinho no encuentra el nivel. A pesar de esto, los culés pueden sacar réditos de su goleador Eto’o y los canteranos Bojan y Giovanni.
El partido se me antoja parejo. Los blancos aprovecharán la movilidad de Robinho y la seguridad que brinda Casillas, en cambio el Barça buscará recuperar a Ronaldinho y esperar a que Eto’o le vuelva a aguar la fiesta a Iker. Unos tan sólo quieren confirmar el primer puesto ganándole a su rival y los otros desean recibir un envión anímico. El domingo veremos
(Esta columna se encuentra publicada en el Diario El País de Cali 21/12/2007)
domingo, 23 de diciembre de 2007
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