Nadie duda de las prebendas que trae consigo el ser futbolista profesional, sería mentir querer afirmar lo contrario. La realidad es evidente, ellos ocupan un sitial de privilegio, no solamente por su remuneración sino por el cariño profesado por sus seguidores.
Pero, son seres humanos y en muchos casos no se les respeta como tal. Se cree que al ser figuras públicas deben aguantar todo tipo de comentarios, improperios o suspicacias con relación a su trabajo. Sí, se les elogia, pero también se les condena. Sí, algunas críticas son merecidas pero otras son crudas y en ocasiones infundadas. Sí, se les componen las más elogiosas arengas, pero también se llega a la infamia de las amenazas.
Así resulta la vida del futbolista y más aún, la del guardameta. Lo han dicho los expertos, es el puesto más ingrato. Puede salvar las más difíciles pelotas durante un encuentro, pero si incurre en un error y eso cuesta el partido, la crítica será inclemente. Un jugador de campo puede pasarse el cotejo deambulando por el terreno que si aprovecha su ocasión y le da la victoria a su equipo, será elogiado a más no poder. El portero no. Ni una volada majestuosa, una salida temeraria, un penal detenido o un gol en el último minuto lavan su imagen si tras un nimio yerro se envolatan los consabidos puntos.
Por eso para ser cancerbero se debe tener estómago para tragarse las críticas, espalda para sostener el peso del deber y un ánimo inquebrantable para levantarse ante la adversidad. Pablo Migliore los tiene.
Ni un accidente automovilístico ni la pérdida de la titularidad le quitaron las ganas de triunfar en Boca. Si bien salió por la puerta trasera de Casa Amarilla, quedó demostrado que tenía calidad y testosterona de sobra.
En Racing tuvo que remar contra la corriente y tras algunos vaivenes volvió al arco. Empezó con dudas pero con ganas, se consagró tapando un penal ante San Martín pero hace poco fue crucificado por el blooper que generó el segundo gol de Colón. Hay quienes dudan si este golpe lo desmoralizará, él no, está confiado que es una caída que lo ayudará a crecer.
viernes, 21 de noviembre de 2008
viernes, 14 de noviembre de 2008
Póker de goles
Si bien la Premier League ha elevado su estatus a raíz de los buenos resultados de sus participantes a nivel europeo, hoy por hoy la liga de las estrellas no desea quedar rezagada y se ha subido al carruaje de la victoria del que aún tiran dos de sus más incisivos goleadores.
Por un lado el corcel blanco, joven y veloz, pero aún solitario y acongojado por el poco alimento que le brindan en los establos de la Castellana, mientras que en el otro, el ejemplar azulgrana que ruge como león, avanza como torbellino y es secundado por una flota de equinos de su misma estirpe robustecidos por los cariños propios de la Masía.
Higuaín y Eto’o, dos artilleros de raza que se destaparon con cuatro tantos en la novena jornada del fútbol español. Como si de un par de tahúres se tratase, el madridista y el blaugrana entraron a sus casinos de confianza y con un ramillete de cartas de ensueño vaciaron la casa.
El argentino y el camerunés rememoraron historia ya que la última vez que en tierras ibéricas dos jugadores lograron marcar por cuatro fue en el 92. Stoichkov por los culés e Hierro por los blancos aportaron para sendas goleadas.
El joven ‘Pipita’ ha encantado a la afición madridista con su entrega, sacrificio, y goles. Ante el Málaga el ex River se vistió de bombero y con sus anotaciones sentenció un apretado 4-3. Paños de agua fría para un equipo en crisis que quedó apeado de la Copa del Rey por un equipo de Segunda B.
Sammy es un tren de ambiciones que no tiene freno, eso quedó demostrado en el 6-0 al Valladolid. Cuatro tantos en un solo tiempo, más allá de estar secundado por un genio como Messi, es todo un logro. Nunca un blaugrana había realizado tamaña gesta en el Camp Nou. En el 52, Kubala pudo marcar cinco de sus siete tantos en la etapa final para redondear un 9-0 sobre el Sporting, pero en el antiguo Les Corts.
El de Nkon es Pichichi de liga y cuarto goleador histórico en el Barcelona. Si bien Eto’o garantiza una mano ganadora con cuatro ases, Messi es el comodín que completa el repóker.
Por un lado el corcel blanco, joven y veloz, pero aún solitario y acongojado por el poco alimento que le brindan en los establos de la Castellana, mientras que en el otro, el ejemplar azulgrana que ruge como león, avanza como torbellino y es secundado por una flota de equinos de su misma estirpe robustecidos por los cariños propios de la Masía.
Higuaín y Eto’o, dos artilleros de raza que se destaparon con cuatro tantos en la novena jornada del fútbol español. Como si de un par de tahúres se tratase, el madridista y el blaugrana entraron a sus casinos de confianza y con un ramillete de cartas de ensueño vaciaron la casa.
El argentino y el camerunés rememoraron historia ya que la última vez que en tierras ibéricas dos jugadores lograron marcar por cuatro fue en el 92. Stoichkov por los culés e Hierro por los blancos aportaron para sendas goleadas.
El joven ‘Pipita’ ha encantado a la afición madridista con su entrega, sacrificio, y goles. Ante el Málaga el ex River se vistió de bombero y con sus anotaciones sentenció un apretado 4-3. Paños de agua fría para un equipo en crisis que quedó apeado de la Copa del Rey por un equipo de Segunda B.
Sammy es un tren de ambiciones que no tiene freno, eso quedó demostrado en el 6-0 al Valladolid. Cuatro tantos en un solo tiempo, más allá de estar secundado por un genio como Messi, es todo un logro. Nunca un blaugrana había realizado tamaña gesta en el Camp Nou. En el 52, Kubala pudo marcar cinco de sus siete tantos en la etapa final para redondear un 9-0 sobre el Sporting, pero en el antiguo Les Corts.
El de Nkon es Pichichi de liga y cuarto goleador histórico en el Barcelona. Si bien Eto’o garantiza una mano ganadora con cuatro ases, Messi es el comodín que completa el repóker.
viernes, 7 de noviembre de 2008
La dama y su caballero
Clásico de titanes en el Bernabéu. Momento preciso para ratificar un juramento de lealtad entre un verdadero caballero y encomiable artista del fútbol como Alessandro Del Piero y una sólida e histórica institución como la Vecchia Signora.
Una majestuosa noche de Champions en la que ‘Pinturicchio’ se apropió del protagonismo ante un testigo de lujo, un impotente Real Madrid, que pese a contar con opciones de gol, jamás pudo concretarlas y se ahogó ante la estrategia planteada por Ranieri.
‘Il Capitano’ supo manejar tanto el ánimo como el ritmo de su escuadra y aprovechó los momentos justos para mostrar pinceladas de un talento que con casi 34 años aún no se ha desvanecido.
Aunque la Juve cuente con talentos como Amauri o Nedved, el diez juventino sobresale, es aquel elemento diferente y determinante que da el toque de clase a un cuadro que se caracteriza por el orden y la disciplina táctica.
Alex supo ratificar su condición de estrella, pues además de abrir espacios y rotar balones, con tan sólo tres remates hizo temblar el santuario merengue. Sus primeros dos disparos hicieron diana en las mallas de Casillas, mientras el tercero apenas salió desviado por centímetros.
0-2 y una nueva victoria tras 46 años desde aquel triunfo a domicilio tras gol del ‘cabezón’ Sívori.
Con esta actuación, más la acaecida días atrás en el Olímpico de Turín, el romance que el oriundo de Conegliano mantiene desde hace 15 años con los juventinos se ha fortalecido.
Así Del Piero agranda su ya de por sí gigante figura, que había tenido como clímax el 2006 cuando se comprometió a batirse como un guerrero en la Serie B, tras el catastrófico descenso a raíz del turbulento moggigate.
Aunque este año manifestase que al término de su contrato en el 2010 se marcharía de la escuadra turinesa, en los corazones bianconeri todavía perdura aquella sabia frase: un caballero nunca abandona a una dama y menos a ‘La Novia de Italia’.
Una majestuosa noche de Champions en la que ‘Pinturicchio’ se apropió del protagonismo ante un testigo de lujo, un impotente Real Madrid, que pese a contar con opciones de gol, jamás pudo concretarlas y se ahogó ante la estrategia planteada por Ranieri.
‘Il Capitano’ supo manejar tanto el ánimo como el ritmo de su escuadra y aprovechó los momentos justos para mostrar pinceladas de un talento que con casi 34 años aún no se ha desvanecido.
Aunque la Juve cuente con talentos como Amauri o Nedved, el diez juventino sobresale, es aquel elemento diferente y determinante que da el toque de clase a un cuadro que se caracteriza por el orden y la disciplina táctica.
Alex supo ratificar su condición de estrella, pues además de abrir espacios y rotar balones, con tan sólo tres remates hizo temblar el santuario merengue. Sus primeros dos disparos hicieron diana en las mallas de Casillas, mientras el tercero apenas salió desviado por centímetros.
0-2 y una nueva victoria tras 46 años desde aquel triunfo a domicilio tras gol del ‘cabezón’ Sívori.
Con esta actuación, más la acaecida días atrás en el Olímpico de Turín, el romance que el oriundo de Conegliano mantiene desde hace 15 años con los juventinos se ha fortalecido.
Así Del Piero agranda su ya de por sí gigante figura, que había tenido como clímax el 2006 cuando se comprometió a batirse como un guerrero en la Serie B, tras el catastrófico descenso a raíz del turbulento moggigate.
Aunque este año manifestase que al término de su contrato en el 2010 se marcharía de la escuadra turinesa, en los corazones bianconeri todavía perdura aquella sabia frase: un caballero nunca abandona a una dama y menos a ‘La Novia de Italia’.
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